El gobierno de Puebla analizará el destino que se le dará a los barcos de saneamiento de la presa de Valsequillo, adquiridos por José Antonio Gali Fayad y cuyo costo ascendió a 210 millones de pesos, mismos que en lugar de lograr su cometido sólo despertaron risas. Asimismo, se comprobó que esos gastos respondían a caprichos de las autoridades y una estrategia de dispendio, con la finalidad de cobrar moches a los proveedores, aseveró el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
En su habitual conferencia matutina, el titular del Ejecutivo comentó que solicitará a la Secretaría de Medio Ambiente un dictamen sobre el uso que se da actualmente a los navíos, de lo contrario se buscará una manera de ponerlas en venta para recuperar algo de los 210 millones que se gastaron por ellos.
“Nunca fueron útiles esos barquitos, la contaminación no la elimina; fueron caprichos para gastar dinero, echarlo a perder. Todos se han reído de esos barquítos. Ya veía yo desde 2018 que había críticas (…). Que me presente la Secretaría de Medio Ambiente una definición técnica, si no, que se vendan. ¿Qué destino debemos darles a esas cositas? Son muy parecidas a las que se compraron para gastar y dar moches”, enfatizó.
Previamente, la titular de la dependencia, Beatriz Manríquez había comentado que los barquitos, lejos de sanear la presa, únicamente eliminaban el olor por unas horas, pues el problema de fondo es el exceso de contaminación por empresas privadas que verían sus desechos, las cuales ya están bajo la lupa del Ejecutivo.
