En una jornada histórica en tres momentos, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer presidenta de México. Ante el Congreso de la Unión, rindió protesta constitucional en la Cámara de Diputados, cumpliendo con los protocolos del Estado.
Al mediodía, durante una comida privada, Sheinbaum se reunió con la clase política nacional y representantes internacionales, donde delineó su política exterior: abierta al diálogo y la cooperación, pero firme en la defensa de la soberanía mexicana.
Por la tarde, Sheinbaum se dirigió a una multitud reunida en el Zócalo, donde miles la recibieron como su presidenta. El acto incluyó un ritual simbólico encabezado por mujeres de diferentes etnias de México, quienes encabezaron una ceremonia para desearle sabiduría y fortaleza en su mandato.
UN GOBIERNO PARA LAS MUJERES
En su discurso, Sheinbaum subrayó el momento histórico que representaba su llegada al poder, resaltando el papel de las mujeres en la transformación de México. “Hoy, 1 de octubre de 2024, inicia la segunda etapa de la Cuarta Transformación. Después de más de 500 años, las mujeres estamos al frente de los destinos de nuestra nación. Y digo estamos, porque no llego sola, llegamos todas”, proclamó ante los presentes.
Destacó también su compromiso con el bienestar del país y prometió gobernar para todos. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. A partir de hoy, por voluntad del pueblo, seré la presidenta constitucional. Pondré mi conocimiento y mi vida al servicio de la patria y el pueblo”, afirmó.
UN ACTO LLENO DE ESPIRITUALIDAD
La ceremonia en el Zócalo no solo fue política, sino también espiritual. Mujeres de pueblos originarios hicieron un ritual para pedir a las fuerzas de la naturaleza que guíen a Sheinbaum en su mandato. La ceremonia, con un tono místico, fue un momento destacado del acto, donde la presidenta fue llamada “Mamá Claudia” por las comunidades indígenas.
En su discurso, Sheinbaum también recordó a su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, al que elogió como el presidente más querido en la historia moderna de México. “Lo decimos con certeza: la historia ha juzgado a Andrés Manuel López Obrador como uno de los grandes. Un líder comparable solo con Lázaro Cárdenas, que inició y consolidó la Cuarta Transformación”, enfatizó.
EL HUMANISMO COMO EJE
El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta, destacó en entrevista el enfoque humanista de Sheinbaum y el papel de las mujeres en esta nueva etapa de la política mexicana. Subrayó la importancia de la continuidad del proyecto de López Obrador, refiriéndose a la Cuarta Transformación como una lucha que continúa bajo la visión de Sheinbaum.
“Es tiempo de mujeres y transformación. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Puebla, a partir del 14 de diciembre, se integrará plenamente al Segundo Piso de la Cuarta Transformación, siguiendo la senda que Claudia ha marcado para la defensa de los derechos sociales, la seguridad y el apoyo a los pequeños empresarios”, señaló Armenta.
UN LEGADO DE ORGULLO
El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, también expresó su orgullo por la elección de Sheinbaum como presidenta, calificando su discurso como un mensaje lleno de esperanza para las futuras generaciones y un símbolo de la fortaleza femenina. “Es un orgullo que una mujer, como la doctora Claudia Sheinbaum, esté al frente de nuestro país”, afirmó.
Mujeres y hombres de convicciones, honest@s, trabajadores, ell@s son los integrantes de mi Gabinete. Vamos por el segundo piso de la Transformación. pic.twitter.com/ZhSClZyb1e
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) October 1, 2024
El actor Damián Alcázar, invitado especial en la ceremonia, también destacó el relevo generacional y la perspectiva femenina que Sheinbaum aporta a la presidencia. “Claudia es el mejor relevo, con una mirada joven, humanista y de servicio. Es la líder que México necesita”, comentó el actor, protagonista de importantes películas mexicanas en los últimos años.
PRIMERA MAÑANERA
Este miércoles 2 de octubre, en un día marcado por la conmemoración de la masacre de Tlatelolco, Sheinbaum ofrecerá su primera conferencia de prensa matutina, siguiendo el modelo de su predecesor. A las 6:00 horas se permitirá el acceso a los medios, y, a las 7:00 horas, la presidenta se dirigirá a la prensa.
Con esta conferencia, Sheinbaum cerrará un ciclo de comparecencias ante el Estado, la clase política, el pueblo y, finalmente, los medios de comunicación. Así comienza oficialmente la era Sheinbaum.