La conformación de un grupo disidente a la dirigencia estatal del PAN, provocó un giro de 180 grados en el Comité Directivo Estatal a cargo de Augusta Díaz de Rivera, luego de que la dirigente optó por esconder a Eduardo Rivera de eventos públicos organizados al interior del estado, ante las críticas por tener dados cargados para que el grupo político del exalcalde se apodere del partido en Puebla.
Sin embargo, la dirigente del blanquiazul evitó reconocer la verdadera motivación detrás de esta decisión y, por el contrario, aseguró que el no incluir al panista en las giras partidistas próximas es debido exclusivamente que Eduardo Rivera forma parte de la planilla de Jorge Romero, candidato a la dirigencia nacional del partido.
“Siempre van los excandidatos, en esta ocasión (el sábado), obviamente ya no nos pudo acompañar Eduardo Rivera, por la razón de que él ya forma parte de una de las planillas y efectivamente, ahorita, pues ya no puede acompañarnos, pero las vamos a seguir haciendo”, aseguró.
Además, Díaz de Rivera aseguró que el proceso de renovación del CDE se está llevando a cabo conforme a los estatutos, que establecen que la renovación debe realizarse en el segundo semestre del año, minimizando los comentarios de sus homólogos de partido, quienes evidenciaron que retrasó deliberadamente la emisión de la convocatoria para lograr ungir a un perfil de su grupo político en el partido, que bien podría ser Adán Domínguez Sánchez, actual alcalde sustituto de Puebla.
Aún bajo la petición unánime de militantes panistas de apresurar la convocatoria, Augusta Díaz rechazó, una vez más, dar una fecha específica, a pesar de que el proceso de elección de la dirigencia nacional se encuentra a marchas forzadas.
“Vamos perfectamente a tiempo, la convocatoria dice el segundo semestre, estamos en el segundo semestre, no dice qué fecha exacta tiene que salir la convocatoria. Están en su derecho de tener la inquietud de no saber la fecha, ahorita no estoy en posición de darla en este momento, pero pueden estar seguros de que se llevará conforme a los estatutos del partido, que tendrá máxima publicidad, que se van a poder suscribir y que lo estamos haciendo todos con el cuidado para que todos los interesados puedan participar de la contienda”, dijo.
La panista negó tener “dados cargados” a favor de alguien de su grupo político y aseguró que será una “contienda articulada”, a pesar de los múltiples señalamientos por haber apoyado a perfiles como Eduardo Rivera y Adán Domínguez para ser propuestos en las dirigencias nacional y local.
La decisión se produce luego de que este domingo fue anunciada la conformación de un bloque opositor dentro del partido, que exige una renovación democrática en su dirigencia a través de Mónica Rodríguez Della Vecchia, Rafael Micalco, Genoveva Huerta y los alcaldes Edmundo Tlatehui y Filomeno Sarmiento.
Este grupo de panistas atribuyó las recientes derrotas electorales al liderazgo actual de Augusta Díaz, a quien acusaron de excluir a la militancia y de centralizar el control del partido, por lo que demandaron un proceso de renovación que no esté inclinado hacia el grupo cercano a Eduardo Rivera, exalcalde de Puebla, ni a sus aliados.
Este grupo opositor se reunió para expresar su preocupación y exigir que la convocatoria para renovar la dirigencia se emita de manera inmediata, toda vez que consideraron que el retraso de este proceso, que ya debería haberse iniciado según los estatutos del PAN, es un claro intento de la dirigencia para manipular los tiempos y beneficiar a su grupo de poder.
Tras la elección del 2 de junio, los militantes del PAN mostraron su inconformidad por lo que consideraron un intento de que la decisión de quién los representará en el partido se tomara desde el Consejo estatal, donde Eduardo Rivera cuenta con mayoría para poder colocar a sus alfiles y controlar las decisiones internas por los próximos tres años.
