El pasado 27 de mayo, un robo inusitado sacudió la colonia Del Valle en la ciudad de Puebla: un vehículo Tsuru que transportaba dos mil 85 boletas electorales fue sustraído. Sin embargo, lo que en un inicio parecía un acto de robo de urnas, resultó ser el trabajo de una banda delictiva especializada en el robo de automóviles a la que pertenecía Santiago N., El Moreno.
Este sujeto, conocido por su actividad delictiva en el robo de vehículos Tsuru, fue detenido por policías municipales el pasado 23 de junio por el delito de robo de vehículo agravado, decretando prisión preventiva justificada y siendo vinculado a proceso el pasado 9 de agosto.
En medio del robo de urnas, que ocurrió a escasos días de la elección, fue utilizado en su momento por la dirigencia del PAN en Puebla para vender la narrativa de un presunto intento de manipulación de los resultados electorales.
Hoy se sabe a ciencia cierta, con información de la Fiscalía General del Estado, que el robo no estuvo relacionado con un asunto electoral, sino que fue un caso fortuito en el que se obtuvo evidencia de otros robos de vehículos Tsuru en las colonias Héroes de Puebla y 3 Cruces, los cuales estaban relacionados con El Moreno y su banda delictiva.
Alfredo Montes Mejía, Coordinador General Especializado en Robo de Vehículos de la FGE, detalló que esta organización delictiva se dedicaba a sustraer autos para luego llevarlos a un depósito en Amozoc, donde recibían alrededor de 3 mil pesos por cada unidad entregada.
La captura de Santiago N. ocurrió el 23 de junio en la colonia Arboledas mientras conducía un Tsuru con reporte de robo. Al momento de su detención, el hombre portaba un arma de fuego y presentaba heridas por proyectil de arma similar.
El caso que llevó a la identificación de Santiago N. se originó el 27 de mayo, cuando en la colonia Del Valle fue robado un Nissan Tsuru color rojo que contenía paquetería electoral destinada a las elecciones del 2 de junio.
La Fiscalía General del Estado (FGE) logró obtener grabaciones de cámaras de seguridad en la zona, que permitieron rastrear la ruta seguida por el vehículo hasta la carretera federal 150 y la autopista Puebla-Córdoba, a la altura de Tepeaca.
Como parte de las indagaciones, las autoridades ministeriales ejecutaron una orden de cateo en un domicilio ubicado en Chachapa, Amozoc, donde fueron detenidos Dulce N. y Alberto N., quienes también estarían involucrados en la operación de la banda.
Pero los delincuentes no fueron los únicos hallados. En el inmueble se encontraron un Tsuru, dos motocicletas con documentos alterados y siete bolsas de cristal, por lo que ambos fueron vinculados a proceso el 1 de julio por los delitos de almacenamiento de vehículos con medios de identificación alterados y narcomenudeo.
Además, otro miembro de la banda, llamado José Luis N., fue detenido el 21 de julio en Coronango mientras conducía otro Tsuru con reporte de robo, el cual había sido despojado mediante el mismo modus operandi.
Las capturas relacionadas con Santiago N. no terminaron ahí, toda vez que en otro incidente, un sujeto de la misma banda delictiva llamado Pablo N., fue aprehendido después de que una víctima denunciara que su auto Chevy, robado previamente, estaba siendo ofrecido en venta a través de internet.
Al respecto, el fiscal Gilberto Higuera Bernal aclaró que no había intención de robar la paquetería electoral contenida en el vehículo sustraído por Santiago N. pues según las investigaciones, el verdadero objetivo era el auto, y este sujeto se deshizo de los documentos electorales al percatarse de su presencia, llegando incluso a quemarlos.
Aún así, al momento del incidente, el PRIAN utilizó el tema para acusar una “elección de Estado” de cara a los comicios del 2 de junio y personajes como Humberto Aguilar Coronado e Iván Galindo insistieron en que el incidente violaba la cadena de custodia de las boletas, sugiriendo la posible nulidad de la elección.
La declaración, que se dio en una rueda de prensa convocada de última hora ante la desventaja del PRIAN en las encuestas, se dio a pesar de que Blanca Cruz García, presidenta del IEE, aseguró que se trató de un simple robo de vehículo sin intenciones político-electorales, además de que las boletas robadas fueron reimpresas con nuevos folios.
