El gobernador Sergio Salomón ya se subió al tren de la nostalgia al igual que el presidente López Obrador.
Todo lo que empieza, ufff, un día se acaba.
El martes 1 de octubre próximo, el presidente dejará de serlo y en su lugar llegará Claudia Sheinbaum.
El sábado 14 de diciembre, el gobernador dejará de despachar y en su lugar lo hará Alejandro Armenta.
La nostalgia es un tren que corre lento.
En el caso poblano, el gobernador está dedicado a entregar caminos, universidades, techos, aulas, espacios de ecoturismo, mercados y hasta una central de abasto en Teziutlán.
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Dos días de gira por la sierra nororiental de Puebla, misma que arranca en Tlatlauquitepec y culmina en Teziutlán, la ciudad con mayor neblina del país.
Ésta nos sale a cada paso, sobre todo en las zonas boscosas.
Y parafraseando aquel poema de José Emilio Pacheco:
“Empieza donde la hayas por vez primera / y te sale al encuentro por todas partes”.
El gobernador se entusiasma por la inauguración, en Hueyapan, del campus de la Universidad Pedagógica Nacional.
Eso abarca 10 aulas didácticas, módulos, sanitarios, dirección, aulas de usos múltiples, estacionamiento, accesos y palapas.
Los alumnos tomaban clases en las casas de la región.
Ahora lo harán en instalaciones de primera.
El gobernador habla de la inauguración, días atrás, de Ciudad Universitaria 2, un proyecto realizado en conjunto con la BUAP y su rectora: la doctora Lilia Cedillo.
Cosa curiosa:
Lo que hoy es Ciudad Universitaria 1 fue inaugurada en 1969 por el gobernador Aarón Merino Fernández, año en el que nació el gobernador Sergio Salomón.
(Hace 55 años exactamente).
En noviembre próximo, por cierto, será inaugurado otro campus: el del Instituto Politécnico Nacional.
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La mañana del sábado hubo un largo recorrido, montaña arriba, para inaugurar el centro ecoturístico “Bosque de Niebla” en un área de mil 350 hectáreas.
Las cascadas, como la neblina, salen al encuentro por todos lados.
Ya de regreso, para la inauguración de la enorme Central de Abasto de Teziutlán —la obra más grande realizada hasta el momento en ese municipio—, el gobernador se entera —entre risas— de dos temas que circulan en las redes sociales: que su futuro cercano está en una embajada o un consulado y que él y Gaby Bonilla, su esposa, están metidos en “cursos intensivos de inglés” debido a su inminente incorporación al equipo de Claudia Sheinbaum.
Haciéndola de copiloto, por momentos, y de piloto, al final, va Carlos Peredo, alcalde de Teziutlán.
Cuatros veces —doce años— ha estado al frente de la administración municipal.
Y el cambio —hay que decirlo— es notable.
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En dos días de gira, vertiginosa, el gobernador encabezó trece actos en más de cinco municipios para entregar caminos, escrituras, títulos de propiedad, aulas, despensas y cocinas ecológicas.
El tren de la nostalgia, sin embargo, suele correr lento.
Demasiado lento.
