El papel fundamental de los maestros en el área rural fue definitivamente aleccionador en la formación de los individuos de aquel entonces. Ellos no escatimaban tiempo para desarrollar su labor educativa. Los que acudían a las comunidades provenientes de las grandes ciudades se quedaban por espacios de un mes o más. Muchos de ellos fueron verdaderos guías comunitarios, orientaban a las comunidades en asuntos que trascendían. Dada la cotidianidad, la mayoría de ellos en esa época contraía matrimonio y se quedaban a vivir definitivamente en la localidad, procreaban familia, quedándose por toda la vida en ese lugar.
Su compromiso en las aulas era de primera. Un ejemplo: un alumno que llegaba hasta tercer año adquiría los conocimientos equivalentes a secundaria.
Sin embargo, el problema real es que no podían continuar sus estudios por la lejanía de las grandes ciudades en donde estaban las escuelas de continuidad, los sinuosos e inaccesibles caminos, los limitaba.
Era todo un apostolado, lo refieren los habitantes de las comunidades.
Con el paso del tiempo y la modernidad fueron cambiando los aspectos educativos. Las nuevas generaciones —jóvenes— de maestros llegaron con distintos modelos de enseñanzas. Los lugareños resintieron el cambio, ya que los nuevos educadores se trasladaban desde las grandes ciudades a impartir lo aprendido en las normales; dada la lejanía llegaban martes o miércoles y se regresaban el jueves.
Fue una época de retroceso. Como retroceso y en serio, fue cuando estuvo la pandemia y se aplicaban clases por línea. Las pocas localidades con internet no alcanzaban a adquirir los conocimientos debido a la falta de equipos para conectarse.
Afortunadamente, ya se han ido recomponiendo y retomando el compromiso de las nuevas generaciones de los maestros.
En épocas de clausuras escolares, por doquier ya se gradúan y salen en la foto el alumno de excelencia como el reprobado. Son los tiempos modernos.
Para concluir, tuve la fortuna de conocer al maestro Ernesto Méndez, quien fue un precursor de aquellas generaciones de maestro rurales. Su vasto conocimiento asombraba a quienes le acompañamos en una época de coincidencias laborales.
Además de excelente mentor, poeta:
Con mi mochila al hombro
Con mi mochila al hombro voy buscando mi camino
he perdido mi ruta,
mi brújula se ha ido.
Con mi mochila al hombro paso a paso camino
para encontrar el rumbo que ya siento perdido
Con mi mochila al hombro y un raudal de ilusiones
inicie mi carrera
de maestro rural.
Con mi mochila al hombro voy saltando el breñal, voy
feliz caminado
hacia mi escuela rural
Con mi mochila al hombro caminé por la sierra, sembrando la enseñanza que aprendí en la normal,
Con mi mochila al hombro caminé muchos años buscando poco a poco
mi destino final
He puesto al fin el punto de mi ruta planeada,
con mi mochila al hombro culmine mi carrera
que inicie hace muchos años en el medio rural
Ernesto Méndez Alvarado. 2023
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