Cuando se quiere, se puede.
Ante la pandemia que vivimos a nivel global, cuando todo estaba desierto, sin rumbo y las personas encerradas en sus hogares, la directora de orquesta mexicana Alondra de la Parra decidió reunir en sana distancia a 28 de los mejores solistas a nivel mundial, para tocar el Danzón número 2, compuesto en 1994 por Arturo Márquez.
“La orquesta es la máxima expresión del contacto humano puro”, comenta la directora.
La idea se había comenzado a gestar como un dream team (“equipo soñado” o “equipo de ensueño”, en inglés) reunido en una sola orquesta.
El orbe estaba sediento de las artes, que funcionaran como fuentes de esperanza y catalizadoras de cambio.
Pero, ¿quién es Alondra de la Parra?
Le Verbier Festival Orchestra, la BBC Philharmonic, la Rundfunk-Sinfonieorchester de Berlín y L’Orchestra-Accademia Nazionale di Santa Cecilia.
En 2016, fue nombrada directora musical de Queensland Symphony Orchestra, puesto que ocupó hasta 2019.
En 2022 fue nombrada principal directora invitada de la Orchestra Sinfonica di Milano.
A partir de septiembre de este año ocupará el cargo de directora titular y artística de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid.
En las últimas temporadas ha dirigido orquestas mundialmente reconocidas, como la Münchner Symphoniker, la Orchestra Sinfonica di Milano, la Orchestre Philharmonique de Monte-Carlo, la DR Symfoni orkestret y la Orquestra Sinfônica do Estado de São Paulo.
Además, es una invitada habitual de la Royal Opera House de Londres y fue condecorada con el Premio Europeo a la Cultura 2024.
Bajo la dirección de Alondra se hicieron grabaciones en seis ciudades, dando lugar a una pieza audiovisual excepcional, con una coreografía original de Christopher Wheeldon y la participación de la bailarina mexicana Elisa Carrillo.
Como parte de su primera edición, y con la filosofía de promover y fomentar la creación contemporánea, el Festival PAAX GNP comisionó la creación de esta obra sinfónica.
Fue así como se presentó el estreno mundial de la Sinfonía imposible: las peras del olmo, la primera sinfonía escrita por el compositor mexicano Arturo Márquez, considerado por la directora como uno de los mejores artistas vivos de la actualidad y creador del Danzón número 2, la obra de concierto mexicana más escuchada e interpretada en el mundo.
La Sinfonía imposible se inspira en temas tan actuales como el cambio climático, la resiliencia, la equidad de género, la migración, la empatía, la controversia y la utopía, conformando cada uno de es- tos tópicos un movimiento en el que un instrumento es el protagonista.
“Estos son, por ahora, algunos poquísimos de los problemas imposibles que anhelo ver solucionados. Sé que hay más, pero tratar de solucionar cualquiera de ellos es como pedirle peras al olmo”, reflexiona el maestro Arturo Márquez.
SINFONIA IMPOSIBLE: LAS PERAS DEL OLMO (ARTURO MÁRQUEZ):
CAMBIO CLIMÁTICO (PRINCIPIO)
Para orquesta. Considerado como la urgencia más importante, aborda la lucha entre el hombre y la naturaleza. Su devastación. Plantea un contraste al asignarle a las cuerdas el rol de la naturaleza, y a los alientos y las percusiones el de la humanidad.
RESILIENCIA
EQUIDAD (DE GÉNERO)
para dos violonchelos (Michael Korman, Rolando Fernández) y orquesta. Un hombre y una mujer tocando retratan el conflicto en la equidad de género.
La pugna eterna contra el machismo. En contraste con el movimiento precedente, éste es muy virtuoso y brillante y concluye cuando, idealmente, ambas voces coinciden en equilibrio.
SIN RETORNO (MIGRACIÓN)
Para clarinete (Sacha Rattle), trompeta (Pacho Flores) y orquesta. Aborda la difícil situación de la migración humana, la lucha diaria en busca de mejores condiciones de vida.
MAGICICADA (EMPATÍA)
Para flauta (Gili Schhwarzman), contrabajo (Edicson Ruíz) y orquesta.
Un ejemplo espléndido lo vemos en dos especies de cigarras que habitan en el Este de Estados Unidos y salen a reproducirse, unas cada 13 años y las otras, cada 17.
Se ha documentado que en 1998, convergieron en Missouri por primera vez ambas especies desde 1777.
Qué mejor ejemplo de respeto al espa- cio del otro. Coincidir cada 221 años es su manera de mantener viva a su especie. Para representar a estas dos especies eligió la flauta y el contrabajo.
CONTROVERSIA
Para dos violines (Guy Braunstein, Nemanja Radulovìc) y orquesta de cuerdas. Un par de tercos representados por dos violines, que siempre estarán en des- acuerdo, aunque, en el fondo, el discurso de ambos sea el mismo dicho con otras palabras.
Musicalmente esto se logra al decir las mismas notas, ya sea escritas en espejo o de manera retrógrada: es el reflejo de un mismo discurso.
UTOPÍA MAYOR
Para trombón tenor (Jôrge van Rijen) trombón bajo (Stefan Schulz) y orquesta. Este movimiento es emocionante, muy cercano al segundo, en el que se aborda la resiliencia, por eso están colocados lo más distantes entre sí y tiene como instrumento solista a los trombones.
CAMBIO CLIMÁTICO (FINAL)
Para orquesta. A manera de corolario, aquí se insiste en el problema más urgente que amenaza a la humanidad, el cambio climático, presentando de nuevo el primer movimiento, pero con un final diferente. Contundente.
Este álbum incluye también la interpretación de las Variaciones concertantes, Op. 23, del compositor argentino Alberto Ginastera, por parte de la Orquesta Imposible, que también contó con la participación de solistas como Kristi Shade, Matvey Denim, Karen Forster, Tamar Inbar, Virya Quesada, Shari Mason y Matías Piñeira.
Y finalmente lo logró. Se ensambló una orquesta compuesta solamente por músicos solistas, trabajando al límite.
Imperdible, este disco imposible con Alondra de la Parra, Arturo Márquez, Alberto Ginastera y la Orquesta Imposible.
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