La mañana del lunes, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina puso fin a las especulaciones sobre su salida de la administración estatal para integrarse al gabinete de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.
“Enfocándonos, haciendo una amplia reflexión, hemos decidido terminar el gobierno a como dé lugar, no hay de otra, y si eso nos cierra puertas y oportunidades, pues solo Dios sabrá por qué, pero lo importante es que les entreguemos buenas cuentas a las poblanas y los poblanos”, fue la frase que pronunció ante los reporteros.
Por la tarde, el mandatario profundizó en sus palabras en una charla que sostuvo con cinco periodistas: Erika Rivero Almazán, directora de Los Conjurados; Alejandra Bautista, conductora estelar de Tribuna Noticias; Luis David García, director de Paralelo 19; Antonio de la Vega, director de noticias de Arroba FM, y su servidor.
¿Qué dijo? Que la decisión surge de un principio de responsabilidad.
La frase parece ser un lugar común, pero no es así en un hombre que tiene férreas convicciones -incluida la creencia en Dios- que no le da miedo externar.
“Sí me mueve, claro, soy humano, pero primero está mi responsabilidad. Mi capellán me decía: ‘Ya dejen en paz a Dios, dejen de estarle pidiendo: Ponme donde hay, que me saque la lotería, quiero más, mejor pídanle menos ambiciones a Dios y volteen a ver lo que han hecho’. Entonces, después de estarlo meditando, hay que disfrutarlo, hay que entregar buenas cuentas”.
Una decisión de este tipo no es sencilla ni fácil. Requiere de mucha meditación, pero, sobre todo, tener claro quién es uno y lo que busca.
Para Puebla, la salida de Sergio Salomón habría implicado tener a un séptimo gobernador en seis años: Martha Erika Alonso Hidalgo, Jesús Rodríguez Almeida, Guillermo Pacheco Pulido, Miguel Barbosa Huerta, Ana Lucía Hill Mayoral y el oriundo de Tepeaca.
La entidad, dice el actual mandatario, sí está preparada para un séptimo gobernador… pero no se lo merece.
“Había mucho ruido y temas, la verdad es que uno no deja de sentir, de moverse, te mueve el piso, pero acá hay que tener los pies bien puestos en la tierra sin dejar de tener la mirada en las estrellas. Hoy tenemos algo fundamental: La estabilidad, la gobernabilidad y la entrega clara, razonada, transparente, adecuada al próximo gobernador. La prioridad es Puebla, por encima de todo. La decisión es porque hay mucho trabajo, mucho por hacer. Imagínate ser (gobernador) dos años y dejarlo truncado al año y seis meses, no se lo merece Puebla y sería muy irresponsable”.
Los hombres de poder en México nos han demostrado durante muchos años que primero están sus intereses y después el país. Por eso es extraño escuchar a un gobernante decir que es preferible frenar los deseos para cumplir una responsabilidad “y si eso nos cierra puertas y oportunidades, pues solo Dios sabrá por qué, pero lo importante es que les entreguemos buenas cuentas”.
La decisión de Sergio Salomón es, por decirlo de otro modo, la excepción que confirma la regla en un mundo en que las ambiciones son desmedidas.
La naturaleza del hombre de poder se mide en función de las decisiones que toma. Solo éstas consolidan el legado.
En el caso del gobernador, su decisión es solo el asomo y/o confirmación de su estilo personal de gobernar y la eterna búsqueda de la respuesta a la pregunta: ¿para qué sirve el poder?
La entidad no necesita un gobernador distraído sino uno 24/7 que le ofrezca certeza, rumbo, estabilidad, gobernabilidad.
Sí, es verdad, Puebla ha vivido en zozobra desde 2018, pero hoy los poblanos pudimos comprobar que hay certeza en un hombre que decidió hacer lo estaba llamado: poner a Puebla antes que sus intereses personales.
Nota bene: La entrevista completa con el gobernador de Puebla podrá verla a primera hora este martes 2 de julio, en www.hipocritalector.com.
En los días subsiguientes, en la versión impresa, tendrá acceso a una serie de entregas sobre la charla.