Los debates políticos son normales en cualquier democracia participativa; estos se han venido practicando en cada proceso electoral y en los propios partidos políticos son parte de su vida orgánica.
En otros países como España, tienen antecedentes de años, resultan ser fuertes, contrastantes, ideológicos y los moderadores cuestionan de fondo.
Mientras que en Estados Unidos son toda una tradición entre los dos únicos partidos existentes, los organizan algunas de las cadenas de televisión más grandes de aquel país, gozan de amplia cobertura, se confrontan, son muy vistos y difundidos entre los noticieros.
En el país, poco a poco han venido tomando forma, siguen siendo aprobados y organizados por los órganos electorales, quiénes los llevan a cabo. En la mayoría de las entidades y durante sus procesos comiciales también hay debates o encuentros entre los aspiran a un cargo de elección popular.
Son ejercicios interesantes y generan toda clase de especulaciones políticas, en los estados en donde la competencia por las gubernaturas es cerrada, hay buena confrontación entre los contendientes.
Aunque aún no concentran la atención de grandes audiencias y por muchas razones.
En Puebla, debatirán el próximo 12 de mayo, vale decir que hasta el momento solo se tiene contemplado uno solo.
Ahora bien, solo mencionare como referencia algunos de los que se dieron antes, cada uno con sus propios escenarios y características políticas de su momento. En 2010, si mal no recuerdo, se aprobaron tres debates, entre el fallecido, Rafel Moreno Valle, por la coalición Compromiso por Puebla; Javier López Zavala, del PRI, y Armando Etcheverry, del PT.
Este ejercicio generó expectativas, porque el PRI, por primera vez en su historia en Puebla, salió fracturado y con síntomas de perder la elección por la gubernatura. Moreno Valle, había optado por el PAN y estaba dispuesto a derrotar al priismo local.
También porque la izquierda del PRD había logrado hacer una alianza con la derecha panista, impensable en esos años.
Un debate de acusaciones mutuas y bajo el estigma social, sobre López Zavala, de ser visto como representante del marinismo y lo más viejo de ese partido, mientras que Moreno Valle, arriaba las banderas del cambio en Puebla.
Las frases ahí siguen en las hemerotecas: “de que el padre de Rafael Moreno Valle había estado en la cárcel en la década de los ochenta por un fraude millonario a City Bank”.
Las del candidato opositor: “Hay funcionarios que como cambian de puesto, cambian de carro, cambian de casa y en algunos casos hasta de señora”. La contrarréplica del aspirante oficial: (…) “Yo no le puedo creer, seguramente hay funcionarios que cambian de carro, de mujer, pero yo sigo con la misma y vivo en la misma casa, otros cambian de partido y hasta de sexo”.
Más adelante, en 2016, habría debate en el Complejo Cultural Universitario, con Antonio Gali Fayad, de la coalición Sigamos Avanzando; Abraham Quiroz, quien representó por primera vez a Morena; Blanca Alcalá, del PRI, PVEM y PSI; Roxana Luna del PRD y Ana Teresa Aranda, quien fue candidata independiente.
Un debate muy suavecito, con poca fuerza de los opositores hacía el representante del llamado “morenovallismo”. Acusaciones sobre corrupción y obras del gobierno panista, sin datos duros. Una priista con pocas ganas de contrastar; la perredista, sin definir una postura de izquierda; un morenista que se perdió; una independiente” que busco cuestionar sin saber cómo y un candidato oficial, que siguió su guion establecido.
Sobre el único debate que hubo en junio del 2018, Martha Erika Alonso Hidalgo, participo como la representante de la coalición “Por Puebla al Frente” (PAN, PRD, MC, PSI y CPP); Miguel Barbosa Huerta, por la coalición “Sigamos Haciendo Historia” (Morena, PT y PES); Enrique Doger Guerrero del PRI y Miguel Chaín Carrillo por el PVEM.
Las narrativas señalaron sobre este debate, acusaciones sobre la administración de Moreno Valle, por primera vez, salieron a relucir los temas de la inseguridad y el robo de combustible en el estado.
Junto a esto, también las acusaciones sobre inmuebles comprados por el representante de Morena y el enriquecimiento del representante tricolor.
El día de las elecciones, la candidata panista gano con resultados muy cerrados e impugnados, después vendría un fatal accidente y cambiaría el rumbo de las cosas en Puebla.
Conclusión: Los debates en términos locales, no han demostrado que definan las tendencias electorales, aun les falta para posicionarse entre la opinión pública. Vale subrayar que son necesarios para incentivar la participación de los electores poblanos, aunque con otros formatos.
