I
Este fin de semana termina la edición 37 de la FENALI que organiza, año con año, la BUAP.
Existió mayor presencia de escritores de talla nacional, pero la oferta editorial sigue siendo pequeña y los horarios siguen siendo poco amenos con la comunidad que no pertenece a la Universidad.
II
Las cartas fuertes de escritoras y escritores, como Mónica Lavín, Vanessa Hernández, Juan Villoro, Pedro Ángel Palou, Xavier Velasco, Alejandro Rosas, entre otros, fue un gran atino que se realizarán en fin de semana.
Empero, las presentaciones de Mónica Soto Icaza, David Miklos y Magali T. Ortega se realizaron en horarios únicamente accesibles para comunidad lectora de la BUAP, más no para el resto de la ciudad.
No faltará quien diga: “¿Por qué pensar en el resto de la población de la capital y zonas conurbadas si es un evento organizado por la BUAP?
Una de las fortalezas de la Feria Nacional del Libro de Minería o de la Fiesta del Libro y la Rosa de la UNAM es que son eventos completamente abiertos a todos los habitantes de la CDMX, y las presentaciones de libros son en horarios accesibles para el resto de los habitantes.
III
Me sigue pareciendo increíble que ni el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, ni la Secretaría de Cultura del Estado de Puebla sean partícipes de la misma, pues su participación, considero, podría contribuir a engrosar la presencia de escritores en la FENALI.
Otra cosa que sigo sin entender es la nula presencia de casas editoras de gran nivel.
La BUAP debe, sin duda, aspirar a imitar el modelo de la FIL-Minería o de la FILEY.
Sigo creyendo que Puebla se merece una Feria del Libro de mayor envergadura.
Estoy seguro de que, si mejorarán la oferta editorial, la cartelera de escritores y horarios más incluyentes con todos los habitantes de Puebla capital, la gente no le afectará pagar de $5.00 a $15.00 por entrar la FENALI.
IV
Si el objetivo, de usar esos horarios tan incómodos, es formar una comunidad preparatoriana y universitaria lectora, habría que imitar el modelo de FIL-Guadalajara: llevar, por las mañanas, a las escritoras y escritores a los planteles académicos a dar conferencias e intercambiar impresiones con la comunidad estudiantil.
Fuera de lugar
La vida es un constante Arcano 10 del Tarot (Rueda de la Fortuna), donde sólo aquellas personas que sepan rodar sin perder el centro serán capaces de progresar. Empero, aquellas personas que actúen pensando que siempre serán el Arcano 4 del Tarot (Emperador), estarán destinados a gozar pequeños triunviratos y nunca disfrutar auténticos y duraderos reinados.
