Esa es la pregunta que surge al conectar diferentes datos que circulan en la opinión pública, a raíz de la designación de Guadalupe Martínez, hija del presunto huachicolero Antonio Martínez Fuentes, alias El Toñín.
Más allá de que el tema es un auténtico escándalo que comprobaría las ligas de Pacto Social de Integración (PSI) con el crimen organizado, en su versión de robo de hidrocarburos, los datos periféricos sobre la política en el Triángulo, que parecen inconexos, abren un margen muy grande a la duda.
A primera vista, la respuesta a la interrogante sería que los ganadores son El Toñín como la dirigencia del PSI, encabezada por Carlos Navarro Corro y la priista Nadia Navarro Acevedo, que retendrían el municipio de Quecholac, en donde se encuentra el bastión del presunto capo: Palmarito Tochapan.
También lo harían en Tecamachalco, en donde llevan como candidato a Inés Saturnino López Ponce, un sujeto que fue detenido en noviembre del año pasado por supuestamente impedir la detención de un “delincuente mayor” a manos de la Fiscalía General del Estado.
Eso derivó en que el gobernador Miguel Barbosa Huerta hiciera varias revelaciones públicas en torno a la actuación del dos veces exalcalde de Tecamachalco.
El 14 de noviembre de 2023 afirmó: “También hay una investigación para investigar toda la permisibilidad que tenían delincuentes en la zona de Tecamachalco, en el tiempo de la gestión de Inés Saturnino y el papel que jugaba Antonio Martínez Fuentes”.
Y agregó: “Llegaba a Tecamachalco a agredir a la autoridad municipal y había muchos vínculos, pero de esto que estamos hablando ya es 2021, cuando Inés Saturnino compite para alcalde y se conoce de muchas cosas, es una investigación la que se está llevando a cabo”.
A los pocos meses que murió Miguel Barbosa, el exalcalde fue puesto en libertad tras ganar la suspensión definitiva a su vinculación por los delitos de desobediencia, resistencia de particulares y amenazas.
Nadie volvió a mencionar el tema.
También gana Eduardo Rivera Pérez, candidato a la gubernatura de la coalición PSI-PAN-PRI-PRD, bautizada como Mejor Rumbo para Puebla. La preferencia del panista a dicho partido local quedó de manifiesto cuando decidió ser ungido primero por ellos que por Acción Nacional o incluso el PRI.
El pasado 28 de enero, en este espacio, planteamos otra pregunta: ¿Por qué Eduardo Rivera prefiere al PSI? El resumen es sencillo: Porque el PAN, PRI y PRD viven la peor crisis de su historia, mientras que partido de los Navarro, bien o mal, cuenta con una estructura modesta en toda la entidad que durante el morenovallismo sirvió para pulverizar el voto y hacer ganar a los candidatos blanquiazules o quien designará Rafael Moreno Valle.
Ahora también habría que preguntarse por un dato más: El dinero. Todos sabemos que la actividad criminal del huachicoleo genera millonarias ganancias, de ahí que, si son ciertos los vínculos del PSI, entonces, ¿habría recursos constantes y sonantes, lo que llevaría a Eduardo Rivera a guardar su cochinito electoral?
A la discusión se sumó otro dato importantísimo. El periodista Álvaro Ramírez Velasco reveló en su columna El pacto de los Mier con Inés Saturnino, que el exalcalde era la carta fuerte de Ignacio Mier Velazco, candidato al Senado por Morena, para la presidencia municipal de Tecamachalco, pero la propuesta fue vetada de inmediato.
“El diputado federal lo tomó muy a pecho y ahí comenzó la rebelión que luego se alimentó por su rencor con las dirigencias estatal y nacional de Morena, por no conceder una candidatura para la reelección de su hija Daniela, como diputada local. La única posición que se le concedió, con alto riesgo de derrota, fue la candidatura a la diputación federal, para su hijo”, agrega el columnista y director de 24 Horas Puebla, para finalizar con revelación de que el exalcalde es, de manera soterrada, el coordinador de la estructura de apoyo para Ignacio Mier Velazco e Ignacio Mier Bañuelos, quien compite en el distrito 8.
La información resulta muy reveladora porque la redistritación impulsada por el INE para esta elección incluyó, entre otros, a los municipios de Tecamachalco y Quecholac, en donde opera El Toñín.
De acuerdo con Álvaro Ramírez, el objetivo de Inés Saturnino, ahora que el candidato a senador se encuentra en franca rebeldía contra su partido, sería impulsar un voto dividido: en contra de Alejandro Armenta Mier, pero a favor del panista Eduardo Rivera y los morenistas Ignacio Mier Velazco e Ignacio Mier Bañuelos.
¿Quién se beneficia en realidad con el PSI?