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viernes, noviembre 22, 2024

El “pinche Néstor”, el robo en despoblado y una confesión absolutamente real

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Paola Angón se desahogó en el teléfono con alguien de toda su confianza.

Sólo así se explica que la presidenta municipal de San Pedro Cholula, panista de formación, se haya expresado con tanta sinceridad.

(En este país de escuchas telefónicas, la sinceridad es equivalente de suma confianza).

No cualquiera anda confiándole a cualquiera que pagó dos millones y medio de pesos —en efectivo— por una candidatura a la alcaldía que jamás llegó.

En ese diálogo, la señora Angón es muy clara cuando dice, casi en susurros:

“Y tú sabes que yo ya había pactado con el PRI. Yo ya había dado dinero. Y hasta el pinche Néstor me dijo que está complicado, que no pueden hacer nada. Me lo tienen que regresar (el dinero). Fueron dos millones y medio”.

Lo que hizo “el pinche Néstor” —todos le dicen así desde que acabó con el PRI poblano— no es nada nuevo.

En 2021, por ejemplo, vendió candidaturas —según fuentes de su entorno que pidieron la gracia del anonimato— en diversas cantidades y según la importancia de los municipios.

Y los montos iban de los 200 mil a los 500 mil pesos, hasta llegar a los dos millones.

Una de las víctimas recientes de esa extorsión fue Filomeno Sarmiento Torres, presidente municipal de Cuautlancingo, quien se negó a entregarle lo que le pedía “el pinche Néstor”.

No obstante, buscará la reelección sin tener que pasar por la caseta de peaje del PRI estatal.

(En esto se ha convertido el partidazo).

Una fotografía refleja que en el PRI sólo se quedó la pipitilla.

En la rueda de prensa en la que “el pinche Néstor” se les fue encima a Jorge Estefan Chidiac, Eukid Castañón y Eduardo Alcántara, no hay un solo presidente municipal.

Menos aún, algún diputado federal o local.

Quienes lo escuchan, detrás suyo, forman parte de la inevitable e inefable pipitilla.

(Aunque ya sabemos que ésta también tiene su corazoncito).

Paola Angón ya salió a negar la grabación.

Es natural.

Si acepta que es real, tendría que justificar el origen de los dos millones y medio de pesos.

“El pinche Néstor” se salió por peteneras y jura que la misma fue maquilada a través de alguna aplicación de inteligencia artificial.

La duda mata:

¿Por qué no presenta una denuncia penal y pide que la Fiscalía investigue su dicho?

La razón es clara: la grabación es absolutamente real.

Lo único cierto es que fue editada por la persona a quien Paola Angón le confesó el robo en despoblado.

Algo más tendría que hacer “el pinche Néstor”: devolver los dos millones y medio de pesos.

No lo hará, porque el sello de la casa —cuyo delincuente mayor es Alito— es la impunidad: la extorsión y la impunidad.

¡Que el Negro Durazo los redima!

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