La diputada no tiene quién le escriba

Hace unos días nos enteramos de que en el PAN estatal tuvieron la ideota de presentar una queja contra el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ante la Junta Local del Instituto Nacional Electoral. Obviamente, no existe ninguna irregularidad cometida por el Ejecutivo estatal dentro de la contienda electoral, pero todo indica que algunos panistas no han entendido que su partido y muchísimos de sus militantes han sido ampliamente beneficiarios de la política de conciliación que puso en marcha el oriundo de Tepeaca. Y justamente entre ellos se encuentra Carolina Beauregard Martínez, quien ha sido la principal auspiciadora de que el PAN abra una confrontación directa contra el mandatario estatal. Su exigencia la llevó directamente a la dirigente de su partido para que comenzara una serie de acciones porque desde su punto de vista hay ilegales a todas luces. Lo que no sabe con precisión es el origen o los motivos de esa actitud, pero se ve que su influencia como coordinadora de la fracción poblana del PAN en San Lázaro le sirvió de algo, de ahí que comenzara la acción que derivó en la queja presentada. Esta actitud contrasta radicalmente con su compañera Genoveva Huerta Villegas, quien durante su periodo como dirigente estatal del blanquiazul fue una opositora de altura y las cosas las decía de frente, lo cual le valió el reconocimiento de su liderazgo por parte del exgobernador Miguel Barbosa Huerta. Eso llevó a que el Yunque detestara a la hoy diputada federal porque representa todo lo que no son. Carolina, por su parte, nunca ha dejado de ser una yunquista de clóset. Comenzó su carrera de la mano de Eduardo Rivera Pérez, a quien traicionó para irse con el morenovallismo. Una vez que esa corriente panista se extinguió, buscó refugio con el grupo de Genoveva Huerta, a quienes terminó por traicionar para regresar a su origen: los conservadores yunquistas. ¿Qué gana el PAN atacando a un gobernador que ayudó a que el clima social entrara en una fase de tranquilidad y reconciliación? ¿Ya se les olvidó que eso permitió que las persecuciones terminaran? Todo indica que Miguel Barbosa tenía razón cuando reprochaba a la corriente de Eduardo Rivera: Parece que necesitan ser perseguidos para que se porten bien. ¡El colmo!