Después de toda la especulación política que generó entre varios sectores de la opinión pública y al interior de los partidos, la semana pasada, la dirigencia nacional de Morena solo confirmó la candidatura de Claudia Sheinbaum Pardo o, como ellos le llaman, a su Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
Si consideramos las tendencias en su favor de una mayoría de las encuestas publicadas, después de que el presidente avalara las precampañas de los aspirantes a sucederlo, más los apoyos de estructuras partidarias en varios estados del país y con la predisposición de Andrés Manuel López Obrador, pues todo señalaba la ruta hacía la Sheinbaum Pardo.
Hasta donde alcanzo a visualizar, la exjefa de gobierno de la Ciudad de México ha venido acompañando al presidente desde su gobierno en la capital del país, también se sumó al plantón de Reforma en el 2006 y renunció, junto con él, al PRD, para dar paso a la conformación de su Movimiento de Regeneración Nacional, que fue el embrión partidario de Morena.
Independientemente de su cercanía con López Obrador, es uno de los pocos cuadros que se formaron de cerca con la estrategia del movimiento social, antes de ser un organismo partidario. Más allá de la lealtad hacia el presidente que se maneja, creo que la fortaleza de la coordinadora de los comités tiene que ver con su disciplina hacia el movimiento – partido, que es la mejor garantía política que necesita el primer morenista del país.
En concreto, es “amar al pueblo”, que es la base social de su llamado movimiento, uno de los principales requisitos que a diario enarbola el mandatario federal.
Lo demás que ha venido sucediendo es parte de quien ha asumido el poder de su organización política. Las reuniones con los grupos que apoyaron a los demás aspirantes para tejer la unidad que anuncian. Los nombramientos al interior de Morena y su coordinación nacional, serán parte de sus acuerdos internos.
La elaboración de su proyecto nacional, las mesas de negociaciones sobre las ocho gubernaturas y demás cargos de elección popular serán parte de su agenda. Porque anuncian que el 17 de septiembre inicia su recorrido por las 32 entidades del país.
El tema de Marcelo Ebrard es su principal pendiente no resuelto, sin embargo, hasta donde se interpretan sus mensajes, tampoco valoran que les pueda golpear con fuerza. Ella lo conoce de años y siempre ha mantenido sus diferencias, lo sitúan en el bando de la socialdemocracia o los “progresistas buena ondita”.
Por su parte, el excanciller impugnó el proceso interno de Morena y espera que la Comisión Nacional de Honestidad le dé una respuesta para después actuar con pruebas en mano. La estrategia parece tener como fin anunciar su salida ante el rechazo de su impugnación.
Por eso anunció que el 18 de septiembre iniciará un recorrido nacional para dar a conocer la formación de su Movimiento Progresista. Con miras a convertirse en un partido nacional, hace décadas lo hizo de la mano de Manuel Camacho Solís, cuando crearon el Partido Socialdemócrata, ante la exclusión en el PRI.
Esos son sus movimientos anunciados públicamente, faltan los que no ha dicho o anunciará.
Marcelo no es ningún improvisado, conoce el país y la vida política nacional, tiene su propia historia y ha vivido diferentes procesos partidarios en varias etapas de la historia reciente.
Después de no haber sido nombrado el coordinador nacional de la cuarta transformación, suma dos presuntas derrotas en manos de López Obrador.
Y uno de los escenarios que muchos manejan es aquel de que migrará hacia Movimiento Ciudadano para ser su candidato presidencial. Nadie puede negar sus relaciones con varios actores políticos y con los mismos miembros del Frente Va por México.
Por lo que respecta al flanco de la oposición, Xóchitl Gálvez Ruiz, sigue sus recorridos con las militancias de los partidos que la apoyan. En Durango llevó a cabo una concentración en donde su principal herramienta es su propia narrativa, sin los discursos partidarios de quiénes la apoyan.
Su herramienta principal de propaganda son las redes sociales, que las usa muy bien, en donde se presenta y debate con sus adversarios de enfrente.
En Conclusión: La disputa por el poder, aparte de que ha comenzado, se tornará interesante por la recomposición de fuerzas a partir de la decisión que anuncie Marcelo Ebrard, este lunes 18 de septiembre.
Algo interesante será ver la confrontación de dos candidatas mujeres y un tercero de Movimiento Ciudadano, considerando lo que publica INEGI, que nueve de cada diez mexicanos está de acuerdo y que es tiempo de que una mujer gobierne el país.
