Tiene solo 13 años de edad y aunque su nombre es aún desconocido, su reputación le permitió recibir el mote de el niño sicario. Con un padre tras las rejas y un grupo delincuencial que funge como su marionetista, la Fiscalía General del Estado lo ha procesado en tres ocasiones, pero en cada una los agentes del Ministerio Público lo han visto salir a pie debido al poco rigor que establece la Ley Federal de Justicia para Adolescentes.

Con señalamientos por narcomenudeo, portación de arma ilegal y maltrato animal, el niño
sicario fue detenido por primera vez en julio de 2022 por el delito de robo a casa habitación, carpeta de investigación que ya fue resuelta mediante un acuerdo
reparatorio, con lo cual las víctimas cedieron ante el atraco cometido al tratarse de un menor de edad.

Sin embargo, tres meses bastaron para que el niño sicario volviera a hacer de las suyas, al
ser arrestado en octubre de ese mismo año por el delito de robo a transeúnte, aunque una vez más, logró salir por la puerta de enfrente, al no juntarse las pruebas suficientes para formular una acusación en su contra.

A casi un año de distancia de su último ataque, el pasado 5 de septiembre de este año, el menor una vez más fue detenido, pero ahora por delitos contra la salud y portación de instrumento prohibido, aunque logró regresar impune a su domicilio en Xilotzingo, debido a que la fiscalía no tiene facultades para retenerlo debido a su edad.

Al fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, preocupa que la mayor parte de los
delitos cometidos por menores de edad surten una sanción inferior, de ahí que el caso de mayor severidad en la entidad fue de sólo cinco años de reclusión que se impuso contra un menor de edad poblano.

“Hay una regulación jurídica respecto de los menores de edad que a la sociedad, nosotros tratamos de informarles mediante casos concretos. Imaginen ustedes: por secuestros, feminicidios que hemos dado cuenta aquí, de sentencias dictadas a menores de edad, incluso de 17 años o más, la pena más alta que hemos conseguido es, en un solo caso, de cinco años como medida de internamiento, no de prisión”, expuso.

Por otro lado, Ulises Sandal Ramos Koprivitza, fiscal Especializado en Derechos Humanos, expuso que se ha solicitado al DIF estatal su intervención en este caso para dar seguimiento al núcleo familiar del menor, toda vez que no descartaron que su situación de abandono lo motivara a comer actos inhumanos.

NIÑO SICARIO, CON CORAZÓN DELICTIVO

Además de las tres detenciones, el niño sicario fue señalado en redes sociales por asociaciones civiles como “Patitas Enlodadas” y “Cuenta Conmigo”, por cometer diversos actos de maltrato animal contra su mascota, a la cual presuntamente maltrataba
diariamente.

De forma extraoficial, el niño ha sido acusado también por pasearse armado por las calles  de Xilotzingo, así como se le ha relacionado en diversos delitos como robos, amenazas y agresiones a transeúntes.

De acuerdo con Cinco Radio, el padre del menor no es la excepción cuando de delitos se habla, pues se encuentra recluido en el penal de San Miguel por el delito de robo, por lo que el adolescente actualmente vive con su madre y abuelos y presuntamente se reúne con personas de mayor edad con la intención de delinquir.

Una versión más apunta que el niño sicario habría atacado con un machete a otro menor de edad, situación que los familiares de la víctima no denunciaron por miedo a que se tomaran represalias en su contra.

Al respecto, la usuaria @nandiux68 abundó en la red social X: “El tema es más delicado; el menor de edad es narcomenudista. Vive con sus abuelos, madre y padre, unas fichas. El papá al parecer está recluido en el CERESO. Ahí les hablan @DIFGobPue @FiscaliaPuebla, en efecto es el terror de la zona”.

FISCALÍA, SIN POSIBILIDADES DE RETENERLO

Durante la conferencia de prensa de este jueves, el fiscal Especializado en Derechos Humanos, Ulises Sandal Ramos, explicó que los niños y adolescentes, son los menos afectados al momento de cometer cualquier clase de delitos.

Expuso que, de acuerdo con la Ley Nacional del Sistema de Justicia Penal para Adolescentes, los menores únicamente pueden recibir internamiento cuando
cometen delitos como terrorismo, extorsión agravada, narcomenudeo, posesión de armas de fuego prohibidas de uso exclusivo del Ejército, homicidio doloso en todas sus modalidades, feminicidio o violación. También amerita este tipo de internamiento si cometen lesiones dolosas que pongan en peligro la vida o que dejen incapacidad permanente, así como robo cometido con violencia física sobre la persona.

Sin embargo, este tipo de procesamiento no aplica para todo menor de edad, toda vez que
sólo es efectiva para grupos etarios 2 y 3, es decir, menores de edad que tengan 14 años cumplidos y menores de 18 años, con lo cual quedarán exentos todos aquellos que tengan 13 años o menos.

“Esta Ley establece que se podrá aplicar medidas privativas de la libertad como medida extrema y excepcional y su duración será la más breve que proceda y sólo se podrá imponer a las personas adolescentes mayores de 14 años por los delitos previstos en el artículo 174 de esta Ley (…) Las personas adolescentes que tengan de 12 a menos 14 años, con independencia de la conducta que cometan, no se les podrá aplicar una medida privativa de la libertad en ningún caso”, añadió.

Lo anterior significa que el niño sicario, al tener aún 13 años de edad, de acuerdo con la ley, bajo ningún motivo puede ser retenido, sino únicamente la fiscalía cuenta con facultades para regresarlo con sus familiares y brindar el apoyo necesario.