La historia ocurre dos veces: la primera vez como una tragedia y la segunda como una farsa.
K. Marx en El Dieciocho Brumario.
Los señores mandan.
La “consulta” del frente opositor fue un simulacro.
PRI y PAN cancelaron la consulta abierta para elegir a la candidata del Frente Opositor.
Con un acuerdo cupular, sacaron de la contienda a la priista Beatriz Paredes Rangel.
Cuchillo cebollero para la exgober tlaxcalteca.
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A Beatriz Paredes se la chamaquearon.
Las dirigencias del PRI y del PAN le asestaron una estocada mortífera a su proceso interno.
Antes de llevar a cabo la elección del próximo domingo determinaron que la gente no votara.
Sacaron un comunicado para justificar que Xóchitl Gálvez del PAN será la candidata del frente opositor.
El líder del PRI, Alejandro Moreno, anunció en rueda de prensa que el PRI apoyará a la candidata del PAN no a la del PRI.
Pues en su Alito-mundo, se dijo a sí mismo: “me van a hacer presidente de la Cámara de Diputados, (otra negociación dark) y me hace sombra si Beatriz es la candidata del Frente o sí levanta muchas simpatías. La despacho por la vía de las encuestas”.
Bye, arrivederci, Beatriz, le cantó Alejandro Moreno a su correligionaria.
En su gustada sección el PRI siendo el PRI, el expartidazo bajó a Paredes Rangel, quien venía levantando simpatías entre un amplio sector de la población.
Principalmente en los sectores medios de la clase política.
Paredes Rangel es una mujer socialdemócrata y fundadora del Grupo Puebla, del que algunos izquierdistas poblanos de Moreno forman parte, y referente del sur del contiente.
El anuncio de Alejandro Moreno canceló toda posibilidad de participación ciudadana para las y los seguidores del Frente opositor.
Crash. Doble crash se escuchó en el PRI nacional.
El dedazo revivió en la forma de “encuesta”.
¡Qué consulta a la base, ni qué carajo!
“Saca las encuestas para bajar a Beatriz”.
Plutarco Elías Calles que fundó el PNR estaría revolcándose por el oso que hizo el actual dirigente del PRI.
Lo mismo que Lázaro Cárdenas y que Carlos Madrazo.
Como escribió el politólogo Hervey Rivera en su cuenta de Twitter: “Es inaudito que un presidente de partido no defienda la aspiración de una de sus militantes en una coalición”.
Beatriz representaba la opción progresista, más o menos, del frente opositor.
Una elección entre Paredes Rangel y Sheinbaum sería una elección de contrastes y debate político de altura.
La socióloga y exgobernadora de Tlaxcala había externado que no declinaría a sus deseos de ser postulada candidata a la presidencia de la república por el frente.
La decisión de la cúpula tricolor y de la cúpula panista empaña las intenciones de realizar una consulta ciudadana para elegir, (la palabra es “elegir”) al candidato o candidata del frente opositor.
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Por la mañana, el presidente, Andrés López Obrador anunciaba, en un tono jacarandoso y tropicaloso, que Xóchitl Gálvez sería la candidata del frente porque los partidos PRI y PAN ya habían pactado con los “machuchones”.
“Beatriz, aguanta, el pueblo se levanta” rubricó Andrés Manuel en su mañanera.
Al borrar la dirigencia del PRI a Paredes Rangel de la interna del frente, la elección del 2024 se polarizará.
Por un lado, irá, seguramente irá la Doctora Claudia Sheinbaum.
Por el otro lado, la candidata del frente, Xóchitl Gálvez.
Una elección en la que no habrá liberales, sino los intereses de las cúpulas de siempre.
El PRI y el PAN retornaron a sus viejas prácticas.
Aquellas por las que perdieron el poder en el 2018.
Todo quedó Kaputt.
