Era uno de los principales generadores de violencia en la ciudad de Puebla y zona conurbada. Su refugio era el mercado Morelos donde dirigía estrategias de narcomenudeo, secuestro, extorsiones y homicidios con total impunidad, lo que lo llevó a ser identificado como uno de los delincuentes más sanguinarios de la zona.
Sin embargo, su muerte no ocurrió de forma violenta como lo fue con múltiples personas que fueron víctimas del delincuente, sino por su estado de salud que se había deteriorado notoriamente en los últimos meses y que culminó con su deceso por un infarto agudo al miocardio la noche de este lunes.
Familiares de Christian N., El Grillo, viajaron del estado de Puebla al penal federal de Oaxaca para identificar y reclamar el cuerpo del occiso, quien debido a su peligrosidad había sido removido del penal de San Miguel una vez cumplida su captura.
El Grillo hizo de su familia una misma agrupación criminal, metiendo en el oficio del hampa a primos, hermanos y hasta a sus parejas sentimentales, a fin de formar una compleja red de narcomenudeo que operaba en colonias como el Centro Histórico, Unidad Magisterial México 68, 10 de Mayo, Villa Verde, Xonaca, Cristóbal Colón, por mencionar algunas.
Sin embargo, el historial criminal de José Christian N. concluyó con su captura el 24 de junio del 2019, en la alcaldía de Xochimilco de la Ciudad de México por los delitos de secuestro agravado y triple homicidio calificado.
La Fiscalía General del Estado lo vinculó a la privación de la libertad de un agente de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI), a quien con sus secuaces, detuvieron por varios minutos en el Mercado Morelos durante un operativo que llevaron a cabo el 28 de marzo de 2019.
En lo que respecta al triple homicidio, se le vinculó con la muerte de tres comerciantes ocurrida el 13 de agosto de 2018: Francisco N, su sobrino, y Yanet T, cuñada del primero, debido a presuntas diferencias con las víctimas que se dedicaban a la venta de piratería en el mismo centro de abasto.
LA DEBILITACIÓN DE SU BANDA DELICTIVA
Tras la captura de El Grillo, poco a poco cada uno de los integrantes de la célula delictiva fueron cayendo, incluido Rafael R., El Costras, quien era su mano derecha y fue uno de los responsables de la muerte de un policía estatal, en julio de 2018, cuando también perecieron siete personas y cuyos cuerpos fueron arrojados en Amozoc.
Rafael R. era el encargado de distribuir los estupefacientes dentro del mercado Morelos y su detención ocurrió en noviembre de 2020 junto a un arma calibre .9 milímetros abastecida con cartuchos, un kilogramo de cannabis y 163 dosis de cristal, además de dinero en efectivo.
Entre los delincuentes de la banda de José Christian N. que fueron detenidos en los últimos años también resaltan los nombres de Marco Antonio N., El Gordo, Héctor N., El Moreno, Daniel N., El Jabalí, y Leonardo N., El Masha, quienes estuvieron implicados también en el homicidio de un agente investigador ocurrido el 26 de abril de 2019 en la colonia Plan de Ayala.
Otro de los capturados fue Juan Carlos N., primo de El Grillo y a quien se le dictó sentencia condenatoria de 50 años de prisión al ser responsable del delito de secuestro agravado por el mismo caso.
Tras la debilitación de la banda de José Christian a través de múltiples capturas, el control del mercado Morelos, de acuerdo con versiones extraoficiales, ahora está en manos de Eulalio F., quien tras la captura de Alejandra R. La Jana, -expareja sentimental de El Grillo-, se apropió de la actividad delincuencial en el mercado Morelos.
