Ganó un amparo, pero no la libertad. Este jueves, el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, con residencia en Cancún, Quintana Roo, otorgó al exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, un amparo en el que únicamente se determinó reponer el procedimiento en el que se dictó el auto de formal prisión.
Este jueves a las 10:36 horas, fue presentado el Amparo en Revisión 318/2021 promovido por la defensa de Marín Torres contra la determinación del Juez Tercero de Distrito en Materia Penal, que previamente le negó derogar el auto de formal prisión que lleva a cuestas por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, en 2005.
Sin embargo, el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito determinó reponer el procedimiento para dictar un nuevo auto de formal prisión contra el exmandatario, debido a que la sentencia no incluía firma criptográfica por parte de la juez. Lo anterior, no significa que Marín Torres haya sido absuelto de ningún delito, sino que únicamente se repondrá su proceso penal.
Los yerros cometidos por la jueza que presentó el documento fueron que la página 98 y 100 se encontraban en blanco, en tanto que la 101 incluía una constancia de notificación. En el caso de la página 99 se observa el nombre de la licenciada Sandra Suárez.
En la página 102 del resolutivo estaban incluidas las firmas de la secretaria Sandra Suárez y de la jueza, situación que de acuerdo con abogados que explicaron el tema, no pueden ser atribuidas a la sentencia, es decir, la aparición de la firma de la secretaria los hace creer que lo que intentó firmar fue un oficio y no la sentencia en sí.
“Las firmas no pueden ser atribuidas a la sentencia porque cada documento debe contar con su firma, de lo contrario, se vulnera el principio de legalidad, por lo que el Colegiado concluyó que la intención de la secretaria fue firmar el oficio y no la sentencia y también por ese motivo es que se considera que la sentencia carece de la firma de la jueza y, por tanto, la sentencia es inválida”, explican.
Debido a lo anterior, no se pudo entrar al estudio de los agravios, lo que significa que la solicitud de amparo deberá reponerse y sigue abierta la posibilidad de que le otorguen al exmandatario la derogación de su auto de formal prisión o bien, de que la nieguen.
Mientras tanto, la periodista Lydia Cacho confirmó a través de su cuenta de twitter que el priista permanecerá en prisión y no ha sido exonerado con el siguiente mensaje:
“HOY: #MarioMarín permanecerá en prisión. El tribunal determinó que se debe corregir un error del documento de sentencia. Una vez corregido seguimos en el juicio. NO sale de prisión y NO fue exonerado. #NoMásTortura #CasoLydiaCacho”.
El amparo promovido por la defensa de Mario Marín busca que continúe su proceso en libertad y se le impongan nuevas medidas cautelares, como residir en un único lugar y acudir a firmar de forma periódica para garantizar su proceso penal para salir del penal de El Altiplano, donde está recluido desde inicios de este año.
Marín Torres fue detenido en febrero de 2021 en Acapulco, Guerrero, donde se encontraba escondido luego de que en 2005 fue denunciado por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, quien publicó un libro llamado Los demonios del Edén, el cual destapaba una compleja red de pornografía infantil y pederastia en la que estaba involucrado el priista.
Esta red también involucraría a servidores públicos de alto nivel, miembros del Senado, los exgobernadores de Quintana Roo, Chiapas y Veracruz, el expresidente del Poder Judicial de Puebla, una jueza, el director de la policía judicial, empresarios, policías municipales y ministerios públicos.
Meses después de la publicación de su libro, en diciembre de ese año, Lydia Cacho fue detenida en Cancún por agentes de la Fiscalía de Puebla, bajo el pretexto de que había sido denunciada por difamación y calumnia.
En el trayecto de 20 horas desde Cancún para ser presentada ante las autoridades en Puebla, elementos enviados por el entonces gobernador la secuestraron, realizaron tocamientos contra su persona, tortura psicológica y amenazas de muerte. Hasta la fecha Lydia Cacho se mantiene en la ruta jurídica para buscar justicia.