Hay historias que se cuentan por sus hazañas.
Otras más se cuentan por la moraleja.
Unas por su impacto en quien lo escucha.
La noche del jueves 9 de diciembre no hubo historias porque los más de 150 invitados al octágono de La Vista Country Club acudieron para acompañar a un grupo de periodistas al momento de zarpar a bordo de un barco en busca de historias.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta y su esposa doña Rosa[1]rio Orozco Caballero fueron los testigos de honor del inicio de esa travesía.
Siempre generosos, no escatimaron palabras de reconocimiento, aliento y esperanza para los periodistas disfrazados de marinos.
Pero Miguel Barbosa fue más allá.
Ya no hubo referencias a los hipócritas lectores que nos acompañarán en el viaje.
No, lo que el mandatario estatal hizo fue lanzar una petición y dar un consejo.
La petición es que el medio disfrazado de barco eleve el nivel de la discusión pública y del ejercicio periodístico. Buena prosa, narrativa y muchas historias.
El consejo: quienes no estén de acuerdo con lo que se publicará en Hipócrita Lector, pues simplemente que no lo lean. Están en su derecho.
Y para aquellos que sean ingenuos y no entiendan lo que aquí se escribirá, también están invitados a no leerlo.
El barco zarpó.
Las historias nos esperan junto con el oleaje o la tormenta.
Para ambos estamos preparados.