Con una asistencia de 150 mil personas, la presencia de las siete imágenes tradicionales religiosas y una caminata en la que participaron como invitados de honor el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes y el secretario de Gobernación estatal, Julio Huerta, fue como se celebró la XXXI procesión del Viernes Santo.
La Catedral de Puebla -el máximo centro religioso del estado- fue el sitio donde miles de feligreses se reunieron para recorrer con las cofradías las distintas calles y templos localizados en el Centro Histórico de la ciudad.
Ahí, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dedicó el rezo del rosario y la primera de tres reflexiones dirigidas a los asistentes, en la que pidió a los creyentes crear un ambiente pacífico y erradicar la violencia, además de aprovechar los días de semana santa para meditar sobre el sacrificio de Jesús.
“Estamos desde el pasado Domingo de Ramos preparándonos para estos días Santos, en donde contemplamos, meditaremos y celebráremos los principales misterios de la vida de Jesús, su pasión, su muerte, su cruz, su calvario, su sufrimiento, pero también su resurrección gloriosa. Dispongamos nuestro corazón, dispongamos nuestra mente para orar, para meditar en estos misterios que nos dieron vida”, expresó.
Pasadas las 11:00 horas, las primeras imágenes comenzaron a llegar a la Catedral poblana. La primera en hacerlo fue la del Señor de Misericordia cuyo resguardo se mantiene en el Templo de la Compañía, seguida de la virgen de Dolores que se ubica en la iglesia del Carmen y posteriormente Jesús Tres Caídas que salió del Barrio de Analco.
El desfile de imágenes continuó con la Virgen de la Soledad, escultura que llegó a Puebla hace más de 300 años, mientras que el Niño Doctor fue trasladado desde el municipio de Tepeaca, sitio de donde es oriundo el mandatario estatal.
Las últimas dos esculturas en llegar a la Catedral de Puebla fueron la del Señor de Las Maravillas, desde el templo de Santa Mónica, y Jesús Nazareno del templo de San José.
Una vez reunidas las siete imágenes, el arzobispo de Puebla y sus acompañantes, el gobernador Sergio Salomón, el secretario Julio Huerta, el rector de la Ibero Puebla, Emilio Baños; el alcalde Eduardo Rivera Pérez, entre otras personalidades, partieron junto con el contingente y las cofradías alrededor de las 13:00 horas.
Entre aplausos, porras, flores y sonidos de matracas, las imágenes religiosas se dirigieron sobre la calle 16 de septiembre, doblaron sobre Juan de Palafox y Mendoza, hasta llegar a la famosa ‘villita’ del Paseo Bravo.
Ahí, aún con la presencia del gobernador Sergio Salomón, los fieles dedicaron cantos a la figura de Jesús Nazareno y en una segunda reflexión, el arzobispo Víctor Sánchez pidió por la protección y unidad de las familias poblanas.
“Este es el día más santo, llegamos al viernes más santo de todo el año en donde acompañamos a Jesús en su calvario, acerquémonos a él para tener ayuda en el momento más oportuno (…) Nosotros sus discípulos tenemos que mantenernos firmes en la profesión de nuestra fe, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestro sufrimiento, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros”, expresó.
Durante el recorrido religioso, los devotos participaron con orquestas, rezos, cánticos y otros más llevaron sus imágenes de divinidades para que fueran bendecidas por las autoridades eclesiásticas, además, hubo participación de personas de distintas edades sin importar discapacidades, pues caminaron creyentes en sillas de ruedas, muletas y adultos mayores.
El evento católico contó con el apoyo de los asistentes, toda vez que se apreció que hubo repartición de botellas de agua, fruta y alimentos ante los fuertes rayos del sol que cayeron sobre el primer cuadro de la ciudad.
Cerca de las 14:15 horas, la cofradía que portaba la imagen del Niño Doctor de Tepeaca retomó el último recorrido de regreso a la Catedral y en punto de las 15:00 horas ofrecieron un último rezo de luto.
A través de un comunicado, el gobierno del estado reportó saldo blanco durante las celebraciones de Semana Santa, así como la participación de 150 mil feligreses.
El alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, también aseguró que hubo saldo blanco, salvo una riña que no pasó a mayores en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán y que fue provocada por personas que se excedieron en el consumo de bebidas alcohólicas.
