Qué difícil debe de ser para Eduardo Rivera Pérez saber que lo quieren más en el PRI que en su propio partido. Su encuentro con la aspirante presidencial priista Beatriz Paredes Rangel y la guerra de declaraciones en la que se han trenzado priistas y panistas por la capital poblana. El hecho es que el edil de Puebla sufre un problema digno de análisis de Freud: Se ufana de ser el dueño del PAN en Puebla, pero quien le ofrece mejores opciones para presionar por la candidatura a la gubernatura es el PRI. Un ejemplo evidente es el dirigente estatal del tricolor, Néstor Camarillo Medina, quien ha servido como palafrenero del alcalde de Puebla y como avanzada en el golpeteo contra los aspirantes a la presidencia municipal ¡del PAN! El objetivo es que el priista genere la presión suficiente para que el edil afiance la candidatura a la gubernatura de la alianza Va por Puebla y la capital sirva como ariete para la negociación de sus aliados a costillas de sus propios compañeros de partido. Es la estrategia “vende caro tú amor, aventurera”. La realidad que el enfrenta el munícipe es que su partido y su dirigencia no le sirven de nada en el actual contexto político. Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández y Marcos Castro Martínez, presidenta y secretario general del PAN estatal, respectivamente, son un cero a la izquierda. No influyen, no marcan agenda, no tienen la estatura que se necesita para ser oposición y traen un guerra intestina que los obliga a desatender los objetivos prioritarios. Peor aún, la coordinación del PAN en el Congreso del estado quedará en manos del enemigo del alcalde, Rafael Micalco Méndez, cuando Eduardo Alcántara Montiel se haga a un lado para meterse de lleno a la lucha por la candidatura a la presidencia municipal. Lalo Alcántara es un político maltratado por el grupo de Eduardo Rivera pese a que en diferentes ocasiones les dio muestras palpables para trabajar en favor de su partido y agruparse como oposición. La mano se quedó extendida. Ahora el panista es el único panista en la entidad que tiene una interlocución de oro con el gobierno del estado y lo hizo sin perder su condición de opositor ni crítico. Qué difícil ha de ser Eduardo Rivera.
HISTORIAS DE ZOMBIES DE SAHUAYO
Fieles a su costumbre, la familia Méndez creó una “nueva” tribu política con los integrantes que los han seguido toda la vida, es decir, con ellos mismos. A pesar de que, hasta hace una semana, David Méndez Márquez, el único de los Méndez que ha logrado destacar en la política —y así como subió se cayó como consecuencia de sus propias torpezas—, formaba parte de una organización desconocida como él y que lleva por nombre Frente Obradorista en Puebla. Este domingo, el defenestrado secretario de Gobernación estatal anunció la creación de la organización Opción Puebla Progresista, Social y de Izquierda. Su objetivo es el mismo que han tenido siempre: lucrar con el poder, buscar canonjías y presionar hasta que consigan lo que buscan. Ahora el pretexto es pujar por candidaturas a favor de los supuestos fundadores de Morena en Puebla, pero en realidad los únicos fundadores que les interesan se llaman Jorge Méndez, Rosa Márquez y David Méndez. En ese orden. Ya veremos con qué gracejada saldrán para hacerse de una posición, pero como entenderá no buscan ganarse el cargo público por tierra. La familia Méndez lo que quiere es tener la comodidad que te da la lista de plurinominales en lo que quiera: Desde diputado federal hasta regidor.
