Para nadie es un secreto que el alcalde Eduardo Rivera Pérez se asume como el mandamás del Comité Directivo Estatal del PAN, de ahí que es entendible que todo posicionamiento, acción o ataque de la dirigencia tenga el visto bueno del presidente municipal. El comentario viene a cuento porque Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández se subió a la ola de protestas contra el Programa de Verificación Vehicular. En un video de 2 minutos y 7 segundos, la dirigente estatal cuestiona si se trata de una medida ambiental o “de cobros desmedidos” y arenga que hay un golpe “fuerte” a los bolsillos de las familias, que hay miedo de que los ciudadanos sean extorsionados y que se condicione la verificación al pago de fotomultas, control vehicular y canje de placas. “Una buena política pública, mañosamente manejada, termina por afectar el gasto de las familias”, afirma muy oronda la panista. El video fue montado luego de que su aliada perredista Roxana Luna Porquillo, presidenta del Consejo Nacional del PRD, quien respaldó la candidatura de Eduardo Rivera y la alianza Sí por Puebla en 2018 y 2021, alentara una serie de desmanes y actos violentos afuera de Casa Aguayo, en donde volaron sillas, hubo golpes y un policía estatal resultó con fractura craneoencefálica. Una semana antes, la organización Antorcha Campesina, también aliada de Eduardo Rivera Pérez, salió a la calle a protestar por la verificación en el transporte público. Todo este caldo de cultivo solo deja ver que el alcalde de Puebla inició una guerra abierta y declarada contra el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Lo increíble del asunto es que, pese a que Lalo Rivera operó en contra de la designación del gobernador sustituto, el oriundo de Tepeaca tendió su mano como muestra de voluntad para construir hacia adelante. ¿Qué hizo Eduardo Rivera? Escupir la mano tendida y echó a andar la caballería con un evidente fin electoral, así como para socavar la gobernabilidad de la nueva administración. A eso hay que sumarle que el gobernador realiza mesas semanales con el presidente municipal para trabajos y proyectos conjuntos, las cuales tampoco han servido de nada ante la actitud del PAN, Eduardo Rivera y la dirigencia estatal. Pero si todo eso no fuera suficiente, el PAN, Lalo Rivera y Augusta Valentina carecen de la calidad moral para criticar una medida medioambiental y suponer que detrás existe un afán recaudatorio. Se les olvida que si hay un gobierno cuya política es enfermizamente recaudatoria es el Ayuntamiento capitalino, cuyo titular pugnó hasta el cansancio por el cobro del Derecho de Alumbrado Público, impuso sin ninguna consulta o socialización el programa de parquímetros -un robo a todas luces-, además de poner en marcha la draconiana política de multas a cargo de la Dirección de Vialidad para elevar los ingresos municipales. Esta locura llevó -de acuerdo con cifras de la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal- a que se impongan ¡367 infracciones diarias! Si el video de Augusta Valentina lo hizo sin consentimiento de Eduardo Rivera -como seguramente saldrá a decir o justificar-, es algo grave; pero más aún si es que contó con toda venia del aspirante que anda sumamente preocupado porque los sondeos electorales demuestran que va en caída libre en las preferencias.
ROXANA Y LA BAJEZA POLÍTICA
Hay políticos que se resisten a entender y madurar. Roxana Luna Porquillo es uno de esos ejemplos emblemáticos. Especialista en armar desmanes, la presidenta de Consejo Nacional del PRD -ese moribundo partido que se convirtió en el centro de la lucha encarnizada entre las tribus famélicas por falta de hueso- ahora se han montado del programa de verificación vehicular para regresar a las andadas. Ya hizo el primer desastre: azuzar a campesinos a que se manifestaran de manera violenta afuera de Casa Aguayo. Los videos que circularon son el retrato de la señora: azuzar para violentar, violentar para hacer escándalo, escándalo para posicionarse, posicionarse para exigir una candidatura y/o pactar con el poder en turno. Roxana, en tiempos de Miguel Barbosa Huerta, estaba escondida y temerosa. Hoy cree que puede hacer lo que quiera. Ya regresó a las andadas. El problema es que para políticos que se niegan a madurar no hay cabida ni aquí ni en ningún lado. Roxana estuvo escondida porque fue una de las encargadas de hacerle el caldo gordo al morenovallismo para atacar a Morena y, sobre todo, golpear a la Cuarta Transformación. Desde el PRD no le importó pactar con Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso para que se mantuvieran en el poder en 2018, cuando a través de un fraude electoral hicieron a un lado a Barbosa Huerta, entonces candidato morenista. El espíritu izquierdista de Roxana Luna hasta allí llegó. Hoy está de regreso para azuzar a campesinos a arrojar sillas y hacer desmanes. En su lógica, una candidatura bien vale un policía lesionado con fractura craneoencefálica. Total, hace unos años no le importó lucrar con la muerte de un niño en Chalchihuapan.
TODOS LOS CAMINOS VAN A MADRID
¿Qué tendrá Madrid que tanto gusto tiene la ultraderecha poblana por esa ciudad? Primero, que España ofrece una jugosa oportunidad para obtener una residencia permanente, tal y como lo han hecho el expresidente Enrique Peña Nieto o el exrector Alfonso Esparza Ortiz. La legislación española permite, desde 2013, “la residencia a quien compre inmuebles por valor igual o superior a medio millón de euros. Esta opción ha sido durante todos estos años la vía más rápida y privilegiada para que decenas de magnates rusos, chinos o empresarios venezolanos se instalen en España”, revela El País. Pero eso no es todo. Desde allá, opera Íñigo, el responsable de administrar todo el dinero black obtenido por Lalito durante su primera gestión al frente de uno de
los municipios más importantes del país. Cómo olvidar que el hijo de un gran santón del Yunque tuvo que salir por peteneras cuando el morenovallismo descubrió la cuantiosa fortuna que amasó al amparo del poder. Madrid es el centro desde el que vive
como sultán, pero también desde donde se pagan colegiaturas, despensa, lujos, viajes y demás dinero que necesite Lalito. Ese es el acuerdo y esa fue la encomienda. Hace unos días, Bernie el enamoradizo viajó junto con su novia a España, en una conexión que hicieron de París, en donde ambos se juraron amor eterno. Fue imposible que Bernie e Íñigo no se reunieran para brindar por los nuevos tiempos en que, una vez aprendida la lección del primer gobierno, han hecho negocios a todos los niveles. ¿Será que Bernie fue a pedir consejo de cómo manejar mejor el dinero? ¿Será que Íñigo le explicó lo que
tendría que hacer de ahora en adelante para que la Unidad de Inteligencia Financiera no lo descubra? Sea una u otra cosa, Madrid es el sitio donde llegan los caminos de la ultraderecha poblana.
