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viernes, noviembre 22, 2024

Y de pronto el gobernador Sergio Salomón se topó con Nacho Mier…

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El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina llevó personalmente a Adán Augusto López Hernández hasta el jardín Tres Marías, de los señores Ventosa, donde hubo una comida en honor de éste.

El gobernador manejó su camioneta teniendo como copiloto al secretario de Gobernación.

(Con ellos venía, en un asiento trasero, un tercer misterioso personaje).

¿Cuánto tiempo duró el trayecto de Casa Puebla a Tres Marías?

Treinta, cuarenta minutos.

Justo en el portón del jardín, hubo un encuentro inédito entre el gobernador y el diputado Ignacio Mier.

Testigo de honor: Adán Augusto.

Y más: Julián Ventosa padre, Julián Ventosa hijo y el misterioso personaje.

Fue un saludo rápido, pero saludo.

Un saludo civilizado sin aletazos de caguamo.

—¡Pasa, gobernador! — invitaron los Julianes.

—¡Gracias, pero tengo otro compromiso! —dijo Sergio Salomón al tiempo de subir a la camioneta y marcharse con el multicitado enigmático personaje.

 

***

 

Una reunión privada de tres cerró este viernes intenso.

Convocados por Adán Augusto, el diputado Ignacio Mier y el senador Alejandro Armenta conversaron durante un buen rato sobre temas que sólo ellos saben, pero podemos imaginar: la necesidad de la unidad en vías de lo que viene: la candidatura a la gubernatura en 2024, misma que se adelantará después de que se resuelva, allá por septiembre, la sucesión presidencial.

Los primos hermanos, enfrentados hasta en los tribunales, dejaron atrás los mares de rencores y de fobias para atender el llamado del secretario.

De entrada, ya hubo resultados de esa reunión: las armas fueron guardadas en el clóset en aras de la unidad.

(Y los agravios también fueron metidos en saquitos de rencor pulverizado).

Y a ambos les levantó los brazos el aspirante a la Presidencia de México.

El encuentro se dio en un salón del Centro de Convenciones, donde éste encabezó una reunión con ambos personajes sobre la reforma electoral.

 

***

 

Entre los cientos de invitados a la comida de Tres María destacó Guillito Pacheco, a quien el gobernador Barbosa le dedicó algunas de las nutridas ruedas de prensa mañaneras con singular belicosidad.

Por ahí también anduvo Erick Cotoñeto, exoperador del gobernador Barbosa y defenestrado por éste hace algunos meses.

Cotoñeto y Fernando Manzanilla se estrenarán como operadores del diputado Mier.

Uno coordinará los trabajos en la región de Zacatlán y otro estará al frente de la campaña general como en su momento lo hizo con Rafael Moreno Valle.

“Viejos amigos se reúnen”, pudo llamarse la bucólica estampa.

A la misma hora, pero en el jardín El Recuerdo, de Elías Hanan, Julio Huerta, secretario de Gobernación, encabezó una celebración por su cumpleaños número 53, como lo recordó Adán Augusto en la primera reunión, realizada en Casa Puebla.

“Para que vean que también tengo la ficha de Julio”, dijo entre risas y con un tono más que cálido.

Al cumpleaños de Huerta acudieron miembros del gabinete, empresarios y alcaldes.

Sólo el gobernador Sergio Salomón estuvo ausente.

Fue una tarde de monitoreo.

Los de Tres Marías cruzaban datos sobre los de El Recuerdo, y viceversa.

Y todo por ese fantasma que ya recorre Puebla: el fantasma de la sucesión.

 

***

 

Antes, al mediodía, el secretario de gobernación federal habló en Casa Puebla ante cientos de personajes ligados a la política, la administración pública y la iniciativa privada.

Uno a uno saludó a los invitados junto al gobernador.

Particularmente a uno: el diputado Jorge Estefan Chidiac.

Algo se dijeron al oído metidos en una sonrisa peculiar.

Dos risotadas rubricaron el intercambio de palabras.

Luego, ya ante el micrófono, el secretario mencionó de nombre a Jorge Estefan como para enfatizar la distinción.

Su discurso, cargado de coloquialismo y sentido del humor, dejó ver el gran cariño que le tenía al gobernador Barbosa y la buena, espléndida, relación que mantiene con el gobernador Sergio Salomón.

Y no le dio un espaldarazo: fueron cinco, seis o siete.

Incluso confesó que han hablado una decena de veces.

Y pasó a hacer la crónica de esas comunicaciones.

En un momento, tras la muerte de Miguel barbosa, el secretario buscó a Sergio, quien para entonces ya sonaba para ser el gobernador sustituto.

“La noche en que lo designaron le llamé, y creo que no pudimos hablar. (Risas). Yo le llamé y él no me contestó. (Risas). Después él me llamó y yo no le respondí porque ya estaba dormido. (Risas). Y cuando me desperté, a las cuatro y media de la madrugada, vi que tenía una llamada perdida de él. (Risas). A eso de las nueve de la mañana, por fin hablé con él y lo felicité por la designación”.

(Todo mundo entendió las alusiones a la Noche de los Teléfonos Sordos que tuvo como sede el Congreso del Estado entre el 14 y el 15 de diciembre de 2022).

Más adelante, le hizo un cálido homenaje verbal al gobernador Barbosa, aunque se permitió narrar algunos desencuentros que tuvo con él.

Contó cómo, en el contexto de la unción de Juan Sabines como gobernador de Chiapas, surgió la primera, breve, diferencia.

Luego, en pleno arranque de la fundación de Morena, buscó a don Miguel, ya convertido en líder de la bancada perredista en el Senado, para informarle que dejaba la fracción para irse con Andrés Manuel López Obrador.

“Fui el primer senador que se fue a Morena”, presumió.

—Me voy con Andrés, Miguel —le dijo.

—Ah, está bueno —fue la respuesta.

Tras una gira por Colima con López Obrador, Adán Augusto regresó al Senado y quiso abrir, sin éxito, la oficina de la comisión que presidía.

—Oye, Miguel…

—¿Qué pasó?

—Mi oficina está cerrada. Le cambiaron la cerradura.

—Yo la mandé cambiar la chapa.

—Pero ésa es la oficina de mi comisión.

—¡Era!… Esa comisión le pertenece al PRD y tú ya estás en Morena.

Las risas llenaron Casa Puebla.

Sin perder el hilo, y con su tradicional acento tabasqueño, Adán Augusto continuó:

“Ya siendo gobernador de Puebla me llama para reclamarme por qué yo había hecho una manifestación.

“—Oiga, secretario…

“—¿Qué pasó, Miguel?

“—Quiero decirle que aquí en Puebla el que manda es el gobernador.

“—Yo no tengo dudas, Miguel…

“—Pues sí, pero tú no puedes andarte metiendo en cosas del estado…

“—Ah, bueno, ahí nos vemos…

“Y le colgué el teléfono”.

La referencia era clara.

Hablaba de cuando, durante un encuentro con diputados federales, apoyó entre metáforas a Ignacio Mier en sus aspiraciones poblanas.

“Así era Miguel”, dijo entre aplausos y sonrisas.

“Una semana después —agregó— lo llamé para algún asunto.

“—¿Qué pasó, Adán? ¿No que estabas molesto?

“—Lo que pasa es que voy a extrañar los chiles en nogada y el mole de caderas en tu casa.”

 

***

 

Tarde nutrida la del viernes, en la que apareció, de pronto, en el acto de la Reforma Electoral, un personaje del galismo metido ahora en el equipo del diputado Mier: Jacobo Ordaz, exsecretario particular de José Antonio Gali Fayad.

Los búfalos, sí, andan desatados.

Y algunos viven en Woodlands, a media hora de Houston.

 

***

 

Varias cosas quedaron claras ese día:

Adán Augusto López va en serio por la candidatura de Morena a la Presidencia de México.

Y para ello necesita a todos.

Y en la palabra “todos” viajan los aquí mencionados.

Ni uno más, ni uno menos.

El que entendió, entendió.

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