A las pocas horas de que inició su periodo, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina (SSCP) encabezó una reunión de seguridad pública con presidentes municipales de la región Tehuacán y Ajalpan.
Días después, siguió otra convocatoria equivalente con alcaldes de la zona de Atlixco e Izúcar de Matamoros y, en horas recientes, hizo lo propio en la región de Chignahuapan y Huauchinango.
A estas citas asisten los ediles junto con sus mandos policiacos, ya sean directores o secretarios de Seguridad Pública.
Las primeras acciones del mandatario sustituto se centran en el tema más importante para la entidad: salvaguardar a las familias poblanas. La intención es clara. Céspedes busca blindar el estado ante la ola criminal que está golpeando al país de manera salvaje.
En México, el año inicia con hechos que reflejan a un crimen organizado empoderado, desafiante y francamente despreocupado frente a las fuerzas del orden.
En los primeros minutos del día 1 de enero, un convoy de camionetas blindadas llegó al estacionamiento del Cereso número tres de Ciudad Juárez, Chihuahua. Un comando armado irrumpió en el penal para sacar a 24 peligrosos criminales que purgaban condenas.
Las autoridades no lo han revelado, pero en las redes sociales de esa ciudad se asegura que fueron alrededor de 70 u 80 sicarios los que rompieron la seguridad del reclusorio.
En otro punto del país, en Poza Rica, Veracruz, entre los días 31 de diciembre y 1 de enero, se registraron 22 asesinatos. Grupos de sicarios llegaron a bares y antros donde ciudadanos festejaban y fueron masacrados.
Nos referimos a las primeras horas del año y el país muestra síntomas de una creciente y desbordada violencia.
En este escenario nacional el gobernador de Puebla se reúne con presidentes municipales de cuatro regiones: Tehuacán, Ajalpan, Atlixco, Izúcar de Matamoros, Chignahuapan y Huauchinango. Es de esperarse que las reuniones continúen por todo el estado con un solo objetivo: poner las cartas sobre la mesa.
El Ejecutivo le dice claramente a los alcaldes que el gobierno del estado hace la parte que le corresponde y ellos tienen la obligación de hacer la suya.
CÉSPEDES CONOCE LA PROBLEMÁTICA DE LOS MUNICIPIOS
Sergio Salomón Céspedes fue presidente municipal y conoce muy bien la problemática que enfrentan los alcaldes.
Se debe subrayar que en su momento emprendió acciones que impidieron el crecimiento de la delincuencia en su municipio.
El tianguis de Tepeaca, Puebla, se remonta a épocas prehispánicas; desde hace siglos es un punto comercial en toda la región centro.
En los años recientes cuando se desbordó la industria criminal del huachicol, los grupos delictivos vieron la posibilidad de tomar por asalto la economía de Tepeaca y en especial del referido tianguis.
Ya se preparaban para extorsionar a comerciantes, cobrar “derecho de piso”, asaltar a mercaderes que llegan con camiones repletos de diferentes productos.
Tepeaca estuvo a punto de convertirse en otro epicentro delictivo como es San Martín Texmelucan.
Pero a su debido momento se impidió que el hampa se apoderara del municipio y del tianguis.
Pese a que Tepeaca está dentro del Triángulo Rojo, tiene índices delictivos que son muy inferiores a los de Acatzingo, por ejemplo.
Y esto se debe a que oportunamente Céspedes Peregrina impidió que la delincuencia se apoderara de ese municipio.
Tiene experiencia política en el combate al crimen y sabe reconocer a los alcaldes que son honestos o los que prefieren cohabitar con criminales.
Esta es una ventaja para Puebla en el momento que atraviesa el país.
SE CUMPLE UN MES DE LAS SUPUESTAS NARCOMANTAS
El lunes 5 de diciembre, aparecieron supuestas narcomantas en la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP), las leyendas escritas aseguraban la inminente irrupción del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la entidad.
Esa mañana, el gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que todo era parte de un bromista, “el guasón poblano, el guasontle”. Un personaje que tiene la intención de aterrorizar a la sociedad.
No era la primera vez que se quería infundir pánico en los sectores sociales advirtiendo la entrada de un grupo criminal. Hace meses se hizo lo mismo a través de mensajes de Whats App.
Ya pasó un mes de aquellas supuestas narcomantas y todavía no vemos los convoyes de camionetas blindadas tomando el Cereso de San Miguel o recorriendo los antros de Cholula disparando contra los clientes, como sí sucede en otros estados.
Y básicamente esto se debe a que en su momento Barbosa Huerta no vendió la plaza, ni pactó con los criminales, como si ocurre en otras entidades.
Lo apuntamos en su momento, en Puebla no han podido entrar los cárteles, pese a que en reiteradas ocasiones lo han intentado.
Todo indica que Céspedes Peregrina tiene la misma vocación de Barbosa Huerta y protegerá al estado de las amenazas criminales.
Con reuniones directas con los presidentes municipales se están evaluando las probables amenazas y al mismo tiempo blindando al estado.
Como siempre quedo a sus órdenes.