Con vitoreos de ¡Gobernador!, amigos, familiares y principales rostros de la política poblana rindieron homenaje a Miguel Barbosa Huerta en las oficinas de Palacio de Justicia, donde trasladaron su ataúd para dar el último adiós.
Una vez concluido el homenaje en la sede del Congreso local, donde recordaron al mandatario como un hombre que transformó el estado sin protagonismos, el contingente se trasladó a la calle 5 Oriente, en la sede del Palacio de Justicia.
Allí, los magistrados rindieron 11 guardias de cuerpo presente para el gobernador. En primera fila se encontraba su esposa, Rosario Orozco Caballero, al igual que sus dos hijos: Rosario y Miguel. También acompañaron al morenista trabajadores del Poder Judicial, integrantes del gabinete y diputados locales.
Joel Sánchez Roldán, magistrado del Tribunal Superior de Justicia dedicó unas palabras de despedida a Miguel Barbosa Huerta, a quien recordó por su reconocida trayectoria política como presidente estatal del PRD, consejero nacional, diputado federal y senador.
Pero más allá de eso, sostuvo que era una persona noble, sencilla y altruista, un gran guerrero con un espíritu indomable que marcó un hito de cómo se debe ser un mejor servidor público.
“Una de sus frases que mostró la actitud que el gobernador siempre tuvo en la visión frontal por la defensa de sus convicciones fue la de: ‘yo no me canso, yo no me rajo, yo no me abro hasta donde tope y hasta lo que tope’, frase coloquial que cumplió a cabalidad hasta el último momento de su servicio público, siempre dio lo mejor de sí”, expresó.