Puebla nuevamente recibe una fatídica noticia en diciembre. Este martes 13 cimbró a los poblanos el repentino fallecimiento del gobernador Miguel Barbosa Huerta, una afección a su condición de salud le arrebató la vida.
Desde temprano, las señales sobre su estado de salud se fueron hilando. El pasado domingo al mediodía el gobernador externó un malestar que atrajo la atención de su equipo más cercano. Fue su última aparición en público, apapachado por los alcaldes que le echaron porras haciéndole sentir que el estado “con Barbosa va bien”; por la tarde, comió con cerca de ocho mil personas, entre alcaldes y sus regidores, a quienes agasajó con carnitas y barbacoa, porque así se los prometió.
“Es que así le gustaba”, señaló con franqueza alguien que conoció al gobernador como brigadista y que este martes acompañó a su familia a despedirlo en la funeraria Camino al Cielo, a la que llegaron políticos, amigos y funcionarios a externar su pésame a la familia.
A partir del domingo, las horas fueron cruciales. El gobernador se ausentó del relanzamiento del Museo Internacional del Barroco, ahora convertido en el primer museo de México en ser inmersivo, del cual el cineasta Luis Mandoki quedó asombrado.
Para este martes, la cancelación de la conferencia de prensa matutina del gobernador, generalmente programada para las 8:45 horas, hizo estallar las redes sociales especulaciones sobre su estado de salud. Sus odiadores de inmediato anunciaron su muerte, pero hubo quienes pidieron por su pronta recuperación.
Un comunicado de prensa salido a las 11:00 horas desde el área de Comunicación Social, a cargo de Verónica Vélez, trajo cierta calma pues se reportaba que el mandatario estaba siendo atendido por un equipo de especialistas y que su estado de salud era estable.
Para este martes, el gobernador —por si fuera poco, en su apretada agenda— tenía planeado un encuentro con medios de comunicación con motivo de las fechas decembrinas, pero debido a su estado de salud se sobreentendía que no llegaría. En su lugar llegaron los secretarios de estado para la convivencia con reporteros y directores de medios de información.
Uno de los anexos sería la sede del convite con los funcionarios y quienes diariamente cubren la fuente de gobierno del estado. La cita era a las 14:00 horas, pero conforme avanzaban los minutos el tiempo se hacía eterno y surgían más y más especulaciones en redes sociales, hasta que vino un Tweet del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
“Lamento mucho el fallecimiento de mi compañero Miguel Barbosa Huerta, gobernador del estado de Puebla. Acabo de hablar con su esposa Rosario, y le expresé mi tristeza y hago extensivo mi más profundo pésame a familiares, amigos y a su pueblo”, escribió el mandatario federal a las 15:29 horas.
“Ya lo subió AMLO”, alguien dijo. Se hizo un silencio en el salón anexo a Casa Puebla. La noticia primero desconcertó a quienes estaban ya dispuestos a empezar departir con los secretarios, luego vinieron minutos de angustia y tristeza en algunos de los integrantes del gabinete que acompañó a Miguel Barbosa.
Verónica Vélez, la directora de Comunicación Social y Agenda Digital del gobierno estatal, hizo frente a tan duro momento y se dispuso a brindar un mensaje a los medios de comunicación ahí reunidos.
“Lamentablemente tengo que informarles que hace unos momentos el gobernador Miguel Barbosa Huerta, ha fallecido”, así dio el anuncio, acompañada de la mayoría de los integrantes del gabinete.
A los pocos minutos, el salón quedó vacío. De inmediato funcionarios del gabinete legal sostuvieron los primeros encuentros en Casa Aguayo, sede el Poder Ejecutivo del Estado, de donde fue retirada la bandera monumental que ondeaba en la explanada principal.
Por el constante movimiento, los vecinos del Barrio de El Alto, se acercaban a preguntar qué pasaba. La colocación de un moño negro en la fachada fue la respuesta. En el mercado de El Alto, que recientemente había entregado remodelado el mandatario, se podían observar pocos comensales y sin la presencia de mariachis hacia la tarde.
REGRESARÁ A SU QUERIDA CASA AGUAYO
El gobernador Miguel Barbosa falleció a la edad de 63 años en el hospital de cardiología, Ignacio Chávez, de la Ciudad de México. Hasta el cierre de esta edición, no existía un parte médico dando a conocer de manera oficial la causa del deceso, solo especulaciones.
El cuerpo del mandatario fue trasladado hacia la ciudad de Puebla por la tarde. Su familia dispuso que fuese velado la noche de este martes en la funeraria Camino al Cielo.
Este miércoles se tiene programados homenajes en el Congreso y en Poder Judicial y finalmente “regresará a su querida Casa Aguayo”, como lo anunció su coordinadora de Comunicación Social, una de las más cercanas y queridas por el mandatario.
Por la tarde, el cuerpo del gobernador será trasladado a Tehuacán en donde seguirá siendo velado y el jueves será enterrado en el panteón municipal, según así lo anunció en su cuenta de Facebook el hijo del mandatario.
“Mañana 14 de diciembre desde las 11am se realizará un homenaje de cuerpo presente para continuar con las exequias en las instalaciones de Casa Aguayo en barrio del alto desde donde realizaba funciones mi pa; más tarde será trasladado a la ciudad de Tehuacán para continuar velándole”, escribió en sus redes sociales.
Su inseparable esposa Rosario Orozco, a quien el gobernador cariñosamente se refería como Charito, llegó acompañando el cuerpo del mandatario al finalizar el trayecto de la Ciudad de México a Puebla.
En la funeraria llegaron amigos, políticos, funcionarios y gente que quería externar sus condolencias aun sin tener ninguna relación con la familia. Todos los integrantes de su gabinete estuvieron presentes.
Su amigo, Zoé Robledo, director general del IMSS, llegó por la noche y al salir se le vio consternado. Entre los políticos que acudieron a dar el pésame a la familia se encontraban el senador Alejandro Armenta, presidente del Senado; diputados federales como Blanca Alcalá y Raimundo Atanacio Luna; el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, así como empresarios y diputados locales. La presencia de Daniela Mier Bañuelos, hija del coordinador de Morena en la Cámara, Ignacio Mier Velazco, acaparó la atención de la prensa.
El gobernador fue despedido entre música de mariachis, decenas de arreglos flores, coronas y ramos de flores que hicieron llegar a la funeraria.