Aun cuando pobladores de las juntas auxiliares de San Miguel Canoa y La Resurrección manifestaron que como parte del hartazgo social por la falta de vigilancia en sus demarcaciones, analizan la posibilidad de implementar toque de queda, el alcalde Eduardo Rivera Pérez reprobó la intención de aplicar dicha medida por cuenta propia.
“No estamos en condiciones de guerra”, fueron las palabras del munícipe ante el reproche de comunidades indígenas por la falta de patrullas y policías en ambas juntas auxiliares, al mismo tiempo que remarcó, los ediles subalternos son los únicos que tienen representatividad para coordinarse con el gobierno municipal.
Los vecinos de los pueblos indígenas de ambas demarcaciones señalaron que delitos como secuestros, tala clandestina, robos de vehículos y a casa-habitación son los que se cometen con más incidencia, sin embargo, la respuesta del alcalde no fue la de garantizar mayor vigilancia o proveer de patrullas.
Por el contrario, según el munícipe, la capital poblana es un lugar seguro para vivir, motivo por el que no puede establecerse un toque de queda al ser un acto ilegal.
“No hay absolutamente ninguna condición para poder hacer este tipo de acciones en el municipio (imponer toque de queda), ni condiciones de tipo legales, ni condiciones de guerra en donde se justifique una mención de este tipo”, apuntó.
El munícipe además evidenció el desconocimiento en el tema de las atribuciones de los presidentes auxiliares, toda vez que dijo, son ellos los que tienen representatividad en cuanto a la seguridad, a pesar de que el Ayuntamiento de Puebla es el único facultado para hacer rondines de vigilancia para atrapar a delincuentes.
Lo anterior deriva luego de que Máximo Cuatlaxahue, representante del consejo indígena de la junta auxiliar de La Resurrección, no descartó aplicar un toque de queda después de las 12 de la noche aún cuando está acción es ilegal, pero deriva del hartazgo ciudadano por los homicidios y robos que se han registrado con mayor frecuencia en los últimos meses.
Cuatlaxahue reveló que él mismo fue víctima de la delincuencia, luego de que hace unos días unos sujetos ingresaron a su propiedad para robar un remolque, mismo que no ha recuperado a pesar de que ya tiene en el radar a los responsables y proporcionó la información a la policía municipal.
“Los robos a casa habitación son cosa de todos los días, porque se mueven con toda tranquilidad, nadie los molesta (…) Si no nos ayudan a ser parte de la capital del estado tendríamos que ser el municipio 218 para poder hacernos cargo de nuestra propia seguridad”, expuso.
