Este miércoles quedó evidencia, una vez más, el nivel político de Moisés Ignacio Mier Velazco, en la escena nacional. Sus palafreneros aseguran que es un hombre de poder y alto oficio. Los hechos confirman lo contrario. ¿Quién ha sido el verdadero propiciador de los acuerdos en San Lázaro? Adán Augusto López Hernández. Sencillo. EL secretario de Gobernación federal acudió nuevamente a la Cámara de Diputados para iniciar las negociaciones para la reforma electoral. Antes ya lo había hecho con la iniciativa para extender hasta 2028 la presencia del Ejército en las calles. Incluso, más atrás sus huellas se pueden encontrar en los audioescándalos de Alejandro Moreno Cárdenas, Alito. Y, bueno, solo basta recordar que fue el encargado de apagar el fuego ante la torpeza de Nacho Mier, quien pateó el avispero priista y eso llevó a que Andrés Manuel López Obrador fuera el único presidente de la República al que no le han aprobado una modificación constitucional en la historia reciente, en este caso con la Reforma Eléctrica. (En esa ocasión, el investigado por la Fiscalía General del Estado pensó que al haber comprado a Rubén Moreira Valdez con la presidencia de la Junta de Coordinación Política bastaba para sumar sus votos. Su inexperiencia fue costosa: Alito le demostró que pesa más la oposición que un acuerdo rascuacho. Peor aún, la torpeza de Nacho Mier llevó a la oposición a engallarse y tomar bríos). Ahora se alista la discusión de la reforma electoral y Mier Velazco fue hecho a un lado. Adán Augusto será el encargado de las negociaciones. Hay posibilidades de un muy buen acuerdo una vez que han doblado del dirigente nacional del PRI. La pena ajena es más grande porque Nachito es el coordinador de Morena y el presidente de la Junta de Coordinación Política, pero en los hechos será un convidado de piedra. Este miércoles también nos enteramos que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación calificó como “propaganda calumniosa” el ataque que Nacho Mier dirigió a aquellos legisladores a los que acusó de ser traidores a la patria por negarse a apoyar la Reforma Eléctrica. Los dichos del legislador, explicaron los magistrados, están muy lejos de lo que se considera libertad de expresión. ¿Sabe por qué aparece en la denuncia el poblano? Porque ante su descalabro no le quedó de otra que seguir el discurso de la 4T sobre el tema. Aunque todos sabemos que no hubiera acusación de traición a la patria si Nacho Mier hubiera hecho su trabajo. Y no es porque no quisiera, simplemente no puede. Ese es su nivel.
UNA ALIANZA QUE SUENA A MUCHO PROBLEMA
Eduardo Rivera Pérez presumió durante su informe de labores (el tercero a costa del erario en lo lleva de gestión) el respaldo de la dirigencia nacional del PRD, sobre todo del impresentable Jesús Zambrano Grijalva, en sus aspiraciones rumbo a 2024. Un día después la realidad cayó por su propio peso. Jorge Estefan Chidiac, el verdadero líder del PRI en Puebla, mandó a decir que todavía no hay nada definido y que, en todo caso, analizar si también pelearán por el abanderamiento de una coalición rumbo a la gubernatura. Las exsenadoras Blanca Alcalá Ruiz y Lucero Saldaña, dijo, son las mejores cartas del tricolor. Ayer, se sumó a las aclaraciones Vladimir Luna Porquillo, secretario general del Comité Directivo Estatal del PRD, quien afirmó que es mentira que haya un acuerdo con Rivera Pérez. Todo esto significa que el presidente municipal anda muy emocionado vendiendo la imagen de que tiene controlado cuando en realidad no ha hecho el trabajo que le corresponde, es decir, negociar, cabildear. No es extraña esta condición, es su estilo personal de gobernar.
