Por: Alfredo Victoria
Langya es un nuevo virus de origen animal de tipo Henipavirus que ha sido identificado en Hemam y Shandong, dos provincias de China. Un virus del género “Henipavirus” pertenece a la familia “Paramyxoviridae”, y su principal preocupación es la tasa de mortalidad que tiene.
Hasta el momento se han detectado 35 casos, pero, ¿es motivo para alarmarse? El virus del COVID-19 ha desencadenado que la aparición de nuevas enfermedades y el brote de nuevos virus resulte alarmante para la sociedad, como es el caso de Langya, el cual se detectó el pasado 4 de agosto después de tomar muestras de fluidos en la garganta a los pacientes infectados y del que aún se tiene muy poca información al respecto.
El nuevo Henipavirus se denominó como Langya henipavirus (LayV), y está relacionado filogenéticamente con el virus Mojiang, fue descubierto durante la vigilancia de pacientes con un historial reciente de exposición a animales en el este de China.
Los síntomas más comunes que han sido asociados a este nuevo virus son: fiebre (100% de los pacientes), fatiga (54%), tos (50%), anorexia (50%), mialgia (46%), náuseas (38%), dolor de cabeza (35%), y vómitos (35 %), acompañados en el 35% de los casos de deterioro de la función hepática y en un 8% en la función renal, también se presentaron casos donde era evidente la disminución de glóbulos blancos y el bajo recuento de plaquetas.
Los transmisores de esta enfermedad son los murciélagos de fruta, los que albergan dos de los Henipavirus conocidos: Hedra (HeV) y Nipah (NiV).
Hasta el momento la OMS no ha emitido ningún comunicado al respecto, incluso se desconoce todavía la capacidad infecciosa de este virus y si puede transmitirse de persona a persona, por lo que no se debe descartar este tipo de contagio.
Por otro lado, es importante no entrar en pánico, hay que tener en cuenta que el coronavirus no será la última enfermedad contagiosa que provoque una pandemia, ya que nuevas enfermedades seguirán teniendo un gran impacto en la vida diaria de la raza humana.