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viernes, noviembre 22, 2024

Comer chiles en nogada sin hacer gestos

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Carlos Alberto Evangelista Aniceto es un caso singular de la política poblana. Es prácticamente un don nadie, pero cobra como diputado local, cargo al que llegó por la vía plurinominal, lo que significa que no compitió en las urnas. Su designación en las primeras posiciones de la lista de candidaturas por representación proporcional fue producto del agandalle de posiciones que los antibarbosistas hicieron en 2021 pensando en que controlarían todo. ¿Cuál es la fuerza real del legislador local? Ninguna o, bueno, a lo mejor un voto en contra en el pleno del Congreso. Al interior de Morena este sábado ya se vio que es incapaz de ganar siquiera la elección de la mesa directiva de su unidad habitacional. Evangelista Aniceto mordió el polvo y no fue electo consejero, lo cual habla muy mal de quien en 2018 y 2021 tuvieron el estigma de corrupción y venta de candidaturas. Para no variar, este sábado que se eligieron 150 consejeros poblanos, los grupos que simpatizan con el barbosismo barrieron inmisericordemente a los malquerientes del mandatario estatal. Carlos Alberto estaba entre ellos. Lo mismo que Rodrigo Abdala Dartigues, Moisés Ignacio Mier Velazco, Cesar Addi, Iván Herrera Villagómez, Claudia Rivera Vivanco, entre otros. Todos quedaron en la lona. La derrota que sufrieron fue uno de los hechos más vergonzosos que se ha visto al interior de Morena desde su creación en Puebla. A cualquiera, una situación así lo tendría acongojado, sintiéndose miserable y apabullado. Pero nuestro personaje ha dado muestras de que eso le vale un comino. Este lunes, en la comida de celebración por el tercer año de gobierno de Miguel Barbosa Huerta, Evangelista Aniceto no tuvo empacho en presentarse al festejo y comerse unos ricos chiles en nogada. ¿Cuál pena? ¿Cuál pesadumbre? Carlitos inauguró una nueva etapa de aquella vieja frase de Adolfo Ruiz Cortines: El arte de la política es comer sapos sin hacer gestos. Sapos grandotes, para políticos grandote. Sapos pequeños para políticos que apenas empiezan. En el caso de la aldea, Carlos Evangelista asumió la práctica de comer chiles en nogada sin hacer gestos.

 

LIBRES Y SU PRÓXIMO DEBUT COMO JOYA DE LA CORONA

En 2024 el municipio de Libres, Puebla debutará como cabecera distrital local y federal.

Así lo determinó el Consejo General del Instituto Nacional Electoral para los próximos comicios. La densidad demográfica de la región lo determinó, pero además la realidad es que los poblanos de esa zona tienen amplia cultura política y han superado buenas pruebas democráticas. Libres es un municipio con fuerza y liderazgo regional ancestral, que sabe ya qué es la alternancia.

Es, para acabar pronto, la joya de la corona regional. El líder natural es el alcalde de esa ciudad, el morenista Armando Ruiz Solís. Por cierto, el joven político es integrante del Consejo Estatal de Morena, que definirá al Comité Ejecutivo Estatal el próximo 13 de agosto. Armando Ruiz Solís fue de quienes más alta votación lograron en su actual distrito. Dato, sin duda, para tomar en cuenta.

 

EL NUEVO SHOW DE LOS TRES CHIFLADOS

“Escandaloso e inestable ven PAN y PRD medio sexenio de Barbosa”. Cuando leímos el titular la carcajada no pudo ser reprimida por todos. Y las risotadas fueron incontenibles cuando nos enteramos que las dos fuentes que alimentan el mamotreto son: el impresentable de Rafael Micalco Méndez, un diputado local que goza de la impunidad de no ser sancionado tras comprobarse que desfalcó al PAN cuando fue su dirigente estatal. Hay un procedimiento en su contra arrumbado en el Comité Ejecutivo Nacional y en espera de que prescriba la sanción. Ese sí es un escándalo. El otro es un sujeto que dice ser dirigente estatal de un partido que ya no sabe si existe: El PRD. Carlos Martínez Amador, que cobra como líder en el sol azteca, tiene una característica peculiar: Fue el principal defensor de los saqueos, imposiciones, persecuciones y corrupción del morenovallismo. Eso también es un escándalo. No cabe duda que al principal odiador de Miguel Barbosa Huerta, un reportero de la ultraderecha, se le perdió la brújula desde hace tiempo. Por eso encargó su pasquín electrónico a un reporterito que todos conocen como El Niño Llorón. Eso no es un escándalo, es un hazmerreír. ¡Que Salvador Borrego los redima!

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