La presencia de una sequía atípica en los municipios de la Sierra Norte, Chignahuapan y Zacatlán, donde normalmente no ocurre este fenómeno conocido como Honey, provocaría que los incendios que se lleguen a presentar en la próxima temporada sean más fuertes y rápidos, alertó la secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique Guevara.
En conferencia de prensa, la funcionaria estatal explicó que se ha registrado menos de la mitad de las precipitaciones que se esperaban para la temporada de este año, por lo que llamó a hacer un uso responsable del agua.
Dijo que la Secretaría de Medio Ambiente tomará las medidas preventivas necesarias hacia los meses de noviembre y diciembre, en conjunto con la Dirección General de Protección Civil, ante el inicio de la temporada de incendios.
“Reconocer que hay municipios que normalmente no tienen sequía y que hoy están en un grado como Honey, Chignahupan y Zacatlán, obligará a tomar medidas preventivas, porque al tener climas extremadamente secos es posible que los incendios temporales de la próxima temporada sean mas fuertes y rápidos”, abundó Manrique Guevara.
La funcionaria consideró que aun se está a tiempo para establecer los planes preventivos de protección civil para hacer frente a los incendios en pastizales y bosques que se pudieran presentar.
Por otro lado, la titular de Medio Ambiente dijo que pese a la sequía que se ha registrado en todo el estado y en la mayor parte del país, no existe un riesgo para el suministro de agua para consumo humano, el cual se hace mediante pozos autorizados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Explicó que cinco de las ocho presas que hay en el estado se encuentran por debajo del 50 por ciento de su capacidad, entre las cuales se encuentra la presa de Valsequillo, que registra 24 por ciento; sin embargo, ésta se utiliza para riesgo en los municipios afluente abajo.
Aunque entre mayo y junio se presentó un mayor volumen en cuanto a precipitaciones, la entidad se encuentra por debajo del 32 por ciento del promedio histórico de lluvias, con la esperanza de que se regularice en las próximas semanas.
“Esperamos que esto se vaya regularizando conforme vaya avanzando esta época de lluvias; sin embargo, sí se reconoce, tanto por Conagua como por los patrones de medición de cambio climático; por lo tanto, tenemos que seguir actuando con responsabilidad en el uso y consumo de agua”, expresó Beatriz Manrique.
OPERAN PRESAS POR DEBAJO DE 50%
Al presentar un balance del estado de las presas que existe en el estado, la secretaria dijo que la Manuel Ávila Camacho está a una capacidad de 24.05 por ciento; sin embargo, explicó que su bajo nivel —el cual se puede observar en las orillas de la presa— se debe a que las compuertas fueron abiertas para el riego de la siembra, pero las compuertas serán cerradas próximamente para que se regularice su capacidad.
En tanto, las presas que son utilizadas para la generación de energía eléctrica se encuentran a las siguientes capacidades: la de la Soledad, en Tlatlauquitepec, a 44 por ciento; la presa de Necaxa, en Juan Galindo, a 28 por ciento.
La presa de Tenango, en Huauchinango, está a 26 por ciento de su volumen de almacenamiento, mientras que la presa de Nexapa, en Huauchinango, está a 94 por ciento.
Las que son destinadas al uso de riego agrícola, se encuentran a la siguiente capacidad: la de Peña Colorada, en Acatlán de Osorio, a 80 por ciento; la presa Boqueroncito, en el municipio de Tehuitzingo, está a 80 por ciento, mientras que la presa Huachinantla, en Tlatlauquitepec, está a 90 por ciento.
