Sorpresa la que se ha llevado el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, desde el Congreso del Estado con la primera petición para revocarle el mandato que ahora ejerce. La Mesa Directiva del Congreso local recibió una petición por parte de una ciudadana, Alejandra Vega Saldaña, en la que solicita al Poder Legislativo inicie con el proceso de revocación de mandato del edil de la capital del estado, mismo que fue tramitado a la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado (ASE), que encabeza la morenista Olga Lucía Romero Garci Crespo, para que lo estudie. ¿Quién es el promotor de dicha solicitud? ¿Tendrá algo que ver la presencia del regidor Leobardo Rodríguez Juárez en las galerías del Salón de Plenos en la presentación de dicho curso? Resulta curioso todos los factores que se pueden conjugar para que llegara la primera petición para sacar a Lalo Rivera del Ayuntamiento de Puebla.
FALSOS POSITIVOS A LA MEDIDA
Menuda bomba le estalló en las manos a la coordinadora del Partido del Trabajo (PT) en el Congreso del Estado, Nora Merino Escamilla, con las “gestiones” que ha realizado recientemente. Desde el nivel más alto de la Cuarta Transformación poblana ya están enterados en su colusión con el director de Diario Cambio, Arturo N. —donde ha publicado sus columnas— para conseguirle certificados médicos de Covid-19 para librarlo de pasar, al menos, seis meses en el penal de Tepexi de Rodríguez. No solo es eso, esa misma técnica, de certificados apócrifos, los habría usado por primera vez en la sesión de remoción de Francisco N. de la Auditoría Superior del Estado. Aunque ella ha tachado de calumnias los señalamientos en su contra, lo cierto es que desde la cúpula del poder ya hay una instrucción de descubrir la verdad, y de proceder en caso de que sea comprobado.
SIN CERTEZA JURÍDICA, PREDIOS DEL GOBIERNO
¡Vaya descubrimiento el que hizo el gobernador del estado en el tema de patrimonio histórico de Puebla! Miguel Barbosa Huerta reveló que en muchos jardines, parques y hasta palacios municipales de todo el estado están en completa opacidad al no tener títulos de propiedad ni escrituras que lo regulen. El primer hallazgo lo hizo con el Mercado de El Alto, que no tenía escrituras y la administración estatal las entregó al Ayuntamiento de Puebla. Puede ser un arma de dos filos para los gobiernos municipales, pues en realidad no son dueños de los inmuebles o predios que ocupan o están en su jurisdicción, incluso podría tratarse de un desvío de recursos. Para su suerte, el gobierno del estado ya está regularizando sus propiedades con el programa para la escrituración de predios rústicos y urbanos.
