La suspensión de Jimmy Kimmel tras un comentario sobre Charlie Kirk ha encendido una respuesta sin precedentes entre los presentadores de ‘late night’ en EE.UU., quienes cerraron filas en defensa de la libertad de expresión.
Durante su programa, Stephen Colbert fue contundente:
“Esta noche todos somos Jimmy Kimmel”, declaró en la apertura de The Late Show, calificando el hecho como “censura flagrante” y advirtiendo que ceder ante un “régimen autocrático” es un grave error.
La cadena ABC suspendió a Kimmel tras una broma que involucraba el asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk, mientras que el presidente Donald Trump celebró la decisión públicamente. En paralelo, la cadena CBS anunció el fin del programa de Colbert en mayo de 2026, atribuyéndolo a razones financieras.
Tensión política en clave de humor
En un giro satírico, Jon Stewart volvió a The Daily Show fuera de su día habitual para presentar un programa “aprobado por el gobierno” desde un set decorado como el Despacho Oval, repleto de dorados. Con sarcasmo, dijo:
“A mí me parece estupendo”… mientras leía un discurso cargado de ironía sobre la “libertad de expresión” bajo la administración Trump.
Seth Meyers, desde Late Night, pidió unión en defensa de la democracia:
“Vamos a seguir haciendo nuestro programa con entusiasmo e integridad”.
Jimmy Fallon, por su parte, expresó confusión y solidaridad:
“No sé qué está pasando, pero Kimmel es un tipo decente y divertido, y espero que vuelva”.
El presidente Trump, durante su viaje de regreso del Reino Unido —en el que fue elogiado en tono burlón por Fallon como “guapo y con un pelo perfecto”—, amenazó con revocar licencias a medios que lo critiquen.
La comunidad de comediantes nocturnos parece haber dejado la competencia de lado para unirse en lo que ven como una causa mayor: proteger la sátira, el humor político y la libertad de expresión en EE.UU.
