🐷 EL PRIMER SECRETARIO general del Partido Comunista Mexicano fue un estadunidense llamado José Allen, que era agente de la CIA. Nadie se dio cuenta hasta que se dieron cuenta. Allen engañó a todos y se metió hasta la cocina. Todos los días pasaba sesudos reportes acerca de sus camaradas. Ventilaba conflictos, exhibía traiciones, señalaba discursos peligrosos. Y, sobre todo, daba datos claves sobre los hombres y mujeres a seguir.
🐷🐽 MUCHAS VÍCTIMAS le deben esa condición a José Allen, pero no veo que nadie lo mencione en la 4T. En otras palabras: el primer partido realmente opositor de los caciques revolucionarios tuvo como líder a… un soplón. El PCM terminó, pues, por sacudírselo gracias a los obregonistas que eran los hombres de poder en turno.
🧠 ES COMO SI DESDE la Secretaría de Gobernación les hubieran enviado ayuda para desterrar al enemigo. En ese mar de traiciones, algunos comunistas cobraban en la nómina de Álvaro Obregón. Y muchos otros lo siguieron haciendo durante las décadas por venir. El gobierno federal, con sus diferentes caudillos, siempre tuvo infiltrado al PCM.
💂🏻 LOS ENEMIGOS DE LOS COMUNISTAS eran los propios comunistas. El brillante José Revueltas un día escribió su mejor novela —Los días terrenales—, y en cuanto fue distribuida resintió los ataques furiosos de sus camaradas. ¿La razón? Que exhibía el fanatismo deshumanizado de los comunistas mexicanos a través de su personaje principal: Fidel, quien usó el dinero que le dio una célula del partido en imprimir un panfleto en lugar de enterrar al hijo muerto. Mientras el hijo se pudría, Fidel exhibía el orgullo de ser comunista. (Una de sus frases lo pinta de cuerpo entero: “No hay mayor felicidad en el mundo que ser comunista”).
🕵🏾 ESA EXPOSICIÓN que hizo Revueltas de sus compañeros —al exhibirlos como cerdos felices— generó con el tiempo que un grupo de sectarios lo expulsara del PCM. La misma suerte corrió Diego Rivera en varios momentos. El colmo fue cuando Arnoldo Martínez Verdugo buscó expulsarlo postmortem. Así se la gastaban estos tovarich.
🕵🏾🕵🏾🕵🏾 UNA PARTE de la actual izquierda mexicana sigue con los mismos genes. Son igual o más fanáticos que sus padres políticos. Son, también, a su manera, cerdos felices. Un ejemplo: tovarich Noroña.