La ciudad de Lisboa amaneció enlutada tras el devastador descarrilamiento del icónico Elevador da Glória, registrado el miércoles cerca del mirador de São Pedro de Alcântara. El desastre dejó 16 personas muertas y más de 20 heridas, incluyendo turistas de al menos diez nacionalidades.
Entre los fallecidos figuran ciudadanos de Portugal, Corea del Sur, Suiza, Reino Unido (tres británicos), Canadá, Ucrania, Estados Unidos y Francia, de acuerdo con datos oficiales difundidos este día por la Policía Judicial. Se aclaró que una víctima inicialmente identificada como alemana resultó estar lesionada y con vida.
El accidente ocurrió poco después de las 18:00 horas (local) cuando uno de los vagones del funicular perdió el control, descendió a alta velocidad, se volcó y chocó contra un edificio. El servicio transporta a más de tres millones de personas al año y es una de las principales atracciones turísticas de Lisboa.
El Gobierno portugués declaró el jueves como día de luto nacional, y el alcalde de Lisboa lo calificó como “un día trágico” para la ciudad. Mientras tanto, la Fiscalía inició una investigación formal, y la empresa operadora, Carris, anunció una auditoría externa para garantizar la seguridad en el resto de la red de funiculares. Los tres pendientes fueron suspendidos temporalmente para revisiones.
Aunque medios locales mencionan una posible rotura de cable como causa del siniestro, Carris defendió que se habían cumplido todos los protocolos de mantenimiento, incluyendo revisiones periódicas y reparaciones recientes.