Más allá de que la denuncia que integró la Fiscalía General del Estado por la trama de lavado de dinero y evasión fiscal por 400 millones de pesos que involucra sobre todo a la empresa Multisistema de Noticias Cambio, editora de Diario Cambio, el principal afectado es el diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco. El escándalo, por decir lo menos, es un golpe que difícilmente podrá erradicar de su carrera política y lo convierte en un objetivo sumamente vulnerable ante cualquier fuerza política en una contienda electoral. Esto lo lleva a ser uno de los primeros aspirantes a la gubernatura que pueden ser descartados en la carrera. ¿A poco Morena, el candidato presidencial y el único tomador de decisiones en la entidad estarían dispuestos a jugársela con un aspirante que puede ser despedazado en un escenario de alta competición como se prevé que será la sucesión de 2024? El dogerista pretendió ayer minimizar la denuncia, afirmó que se trata de un golpe político y dijo que todo saldrá a buen puerto. Ignacio Mier olvida que vivimos en tiempos en que la percepción es mayor que la contundencia de un hecho. Jurídicamente podrá saltar la aduana, pero en la percepción ciudadana difícilmente podrá ganar la batalla, máxime que es un aspirante poco conocido entre electorado. En una elección, la posibilidad de que sea más conocido entre los votantes tendrá la maldición de estar acompañada por un escándalo de lavado de dinero. La posibilidad de remontar es mucho más complicada de lo que pueda imaginar y, de entrada, su condición de político ligado a la 4T y ahora el escándalo que enfrenta lo pone al margen del voto switcher. Es más, su condición en estos momentos representa todo lo que rechaza este sector votante. El diputado federal no debe perder de vista que son justamente los movimientos financieros de su socio Arturo Rueda Sánchez, el video donde aparece supuestamente extorsionando a Jorge Estefan Chidiac, el vínculo con el exauditor Francisco Romero Serrano y el comportamiento financiero con ayuntamientos de la entidad lo que prendió los focos rojos de la Unidad de Inteligencia Financiera. ¿Tenía conocimiento de este comportamiento? La respuesta es lo de menos. Ignacio Mier es accionista de Multisistema de Noticias Cambio y si bien desde 2010 dejó la presidencia de esa compañía, como parte del consejo accionista está obligado a conocer el comportamiento financiero de la empresa, lo mismo que el resto de los integrantes. No tener conocimiento de la condición fiscal de la empresa de la que forma parte no tiene explicación en un hombre que está sujeto al escrutinio público. Tampoco puede aducir ignorancia, porque esa ignorancia lo puede vincular a hecho delictivos si es que la fiscalía así lo determina. Hacerse a un lado del negocio, como dice que lo hizo, no implica que deje de tener responsabilidad jurídica.
Jalar los bigotes al león
La ultraderecha poblana recibió la respuesta a su osadía de enviar al más pequeño de sus cuadros a declararle la guerra al gobernador Miguel Barbosa Huerta. La declaración del mandatario en su habitual conferencia de prensa matutina puede traducirse con el viejo adagio: No le juegues al valiente. De entrada, sabemos que la accidentada entrevista que concedió Pablo Rodríguez Regordosa (si no le suena el nombre, no se preocupe, esa es la condición del yunquista) permitió conocer que pronto la administración estatal dará a conocer el cúmulo de irregularidades que existen detrás de la adquisición de miles de hectáreas alrededor de la fábrica de Audi por parte de las autoridades estatales del morenovallismo. La simulación en la compra de los predios, a través de testaferros, por fin estará a disposición de los ciudadanos. Parece que la cofradía confesional del Yunque olvidó una de las máximas retratadas en el nuevo testamento: El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra.
