Las reglas cambian.
No es improbable que en 2027 los relojes se muevan —Los de Morena y sus aliados, por supuesto—, y las agujas determinen que una mujer sea la candidata a la alcaldía de Puebla.
Información confiable —de gente que pide la gracia del anonimato—, así lo dice.
Es gente que de alguna manera tiene lazos con los dirigentes nacionales.
Quizás por eso, en las últimas horas (que caben en los últimos días) hemos visto proyecciones en ese sentido.
Hay encuestas que buscan medir a mujeres de Morena para saber cómo se mueven las agujas (que son como el vellocino de oro, pero sin Jasón y los desalienados).
Todos conocemos esta etapa: la que antecede el último suspiro.
(Es claro que todos los aspirantes mantendrán la respiración hasta el último momento).
Aspirar en política rima con suspirar.
Y ya sabemos: primero se aspira y luego se suspira.
Un suspiro comienza con una inhalación profunda.
Esta inhalación llena los pulmones de más aire de lo normal.
Seguido a esta inhalación, se realiza una exhalación rápida y profunda, que es el suspiro en sí mismo.
Estamos, pues, en la etapa de la inhalación profunda.
Faltan muchas lunas para que el aspirante elegido (o elegida) termine por exhalar.
O suspirar.
Otra cosa es cierta: las lluvias traen bajo el brazo la danza de los espectaculares.
(Que no se pierda esa bonita tradición).
Pronto empezaremos a ver espectaculares por todas partes de quienes hoy están en el proceso de la exhalación.
Y si nos basamos en las experiencias recientes, portales, diarios y revistas habrán de contratar esos servicios para dar a conocer las declaraciones de los aspirantes.
Pero no se crea que eso es proselitismo.
(Los tribunales han determinado que es “libertad de expresión”).
En nombre de ese ritual sobrevendrá la búsqueda del vellocino de oro.
(Sin Jonás y los argonautas).
La idea es irse a vivir en el vientre de una ballena.
Esa ballena es la metáfora del poder.
Todo está englobado en la mitología.
La vida misma.
Los aspirantes también lloran, y ríen, y celebran.
Y exhalan.
A eso aspiran los que inhalan.
