El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un nuevo giro en su postura frente al conflicto en Europa del Este al declarar que Ucrania no podrá ganar la guerra si no ataca directamente a Rusia, lo que marca un viraje respecto a sus recientes llamados a una salida negociada.
“Es imposible ganar una guerra sin atacar al país invasor”, señaló Trump en declaraciones recogidas por medios internacionales, aludiendo a Moscú como responsable de la invasión iniciada en febrero de 2022.
Las palabras del mandatario se producen tras el bombardeo ruso de una fábrica estadounidense en el oeste de Ucrania, ataque que recrudeció la tensión con Washington. A la par, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, endureció su discurso y puso en entredicho los esfuerzos diplomáticos de la Casa Blanca para impulsar negociaciones de paz.
Analistas señalan que la declaración de Trump representa un viraje hacia una postura más agresiva, en la que deja abierta la posibilidad de que Washington respalde una estrategia ofensiva de Kiev frente a Moscú, en contraste con la narrativa previa de promover una resolución diplomática.
