Publicado originalmente por Pablo Ferri en El País , compartimos este reportaje por su relevancia e interés periodístico:
El día en que se cumplían tres meses de uno de los golpes más duros que las autoridades mexicanas han sufrido en lo que va de sexenio, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, ha informado de la detención de 13 personas, por el asesinato, el 20 de mayo, de Ximena Guzmán y José Muñoz, dos de sus colaboradores más cercanos. Fue la propia Brugada quien adelantó la noticia, para que horas después ahondasen en ella la fiscal local, Bertha Alcalde; el jefe de policía, Pablo Vázquez, y el secretario de seguridad federal, Omar García Harfuch. Una muestra, la presencia de los tres funcionarios, de la transcendencia que tiene de la investigación y a la que, pese a la decena de arrestos, le falta la pieza angular: el autor material de los disparos y el móvil que le llevó a ello.
Según ha explicado Brugada, 3 de los 13 detenidos tuvieron una participación directa en el atentado, perpetrado el 20 de mayo por la mañana, en un tramo céntrico de la calzada Tlalpan, en la capital. La fiscal ha matizado más tarde que en realidad fueron seis los implicados directos, detenidos junto a los otros siete, en 11 cateos realizados de manera simultánea, en diferentes puntos de Ciudad de México y su zona metropolitana. La fiscal no ha aclarado qué papel tuvo cada uno en la logística del ataque. Alcalde ha dicho que todavía buscan al autor material del atentado.
La fiscal, el jefe de policía y el mismo Harfuch han guardado silencio sobre los posibles motivos de un asesinato que golpeó a la ciudad y su clase gobernante. Guzmán era la secretaria particular de Brugada, y Muñoz uno de sus principales asesores. Los tres habían trabajado juntos desde hacía años, pero ni Guzmán ni Muñoz manejaban un perfil alto. Vivían alejados de la prensa y de polémicas políticas, instalados en la vertiente técnica de la gobernanza, solucionando, aconsejando al equipo de Gobierno.
De ahí la incertidumbre que generó el caso. El crimen organizado golpeó a dos personas cercanas de la jefa de Gobierno con una facilidad pasmosa. La vulnerabilidad que transmitió ese ataque aún retumba. No en vano es el más duro que se ha producido contra funcionarios en cinco años, desde el atentado que sufrió en junio de 2020 el propio García Harfuch, entonces jefe de policía de la capital, por parte de criminales ligados al Cartel Jalisco Nueva Generación. A diferencia de los perfiles bajos de Guzmán y Muñoz, Harfuch había formado parte de la Fiscalía General de la República y antes de la Policía Federal. Había trabajado en contextos violentos en Guerrero o Michoacán, incluso en la misma capital, con detenciones importantes de los grupos criminales locales.
Además de por inesperado, este último ataque sorprendió por la tranquilidad de los atacantes, que interceptaron a los funcionarios en Tlalpan, un martes por la mañana, en una parada del vehículo en que ambos viajaban. Portando un casco de moto, el asesino se acercó al vehículo de Guzmán y disparó contra ellos. Los dos perdieron la vida en la calle. En las primeras semanas, las autoridades identificaron a al menos cuatro personas, vinculados con el ataque. Pero las de hoy son las primeras detenciones.
“Se tiene diferentes líneas de investigación”, ha dicho Vázquez Camacho, respecto al móvil del ataque, “pero la primera etapa de la investigación se centra en la coordinación logística del evento. Seguiremos avanzando para llegar a autoría intelectual”, ha añadido el jefe policial. Harfuch ha asumido la falta de respuestas cruciales ante un hecho tan destacado: “Sabemos que hay varias preguntas, varios cuestionamientos… Les pedimos también su comprensión para esta investigación, entendamos que sigue en curso. Estas son solo las primeras acciones”.
Por lo demás, la información novedosa resulta escasa. Alcalde ha dicho que en total participaron cinco vehículos en la logística del ataque. Los perpetradores, ha añadido, prepararon el atentado al menos durante 20 días. Incluso, ha señalado, intentaron llevarlo a cabo el 14 de mayo, pero no lo hicieron porque aquel día, Guzmán no recogió a Muñoz. La fiscal ha recordado que los perpetradores huyeron del lugar de los hechos en una moto, que abandonaron poco después, para seguir su camino en una camioneta Nissan. Luego siguieron su camino en otro vehículo, hacia el municipio de Ecatepec, donde se les había perdido la pista.
De los detenidos, ocho son hombres y cinco son mujeres. Alcalde ha señalado que dos de ellos, Jesús N y Arlette N, están acusados de homicidio y asociación delictuosa. Los dos están implicados en “la coordinación logística, tanto en el seguimiento el día de los hechos, como en los días previos”. Alcalde ha añadido: “Asimismo, se detuvo a tres personas por las cuales ya había una investigación abierta por el homicidio y asociación delictuosa, Abraham N, Jesús Francisco Y Francisco N”.