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jueves, agosto 7, 2025

Los levantacejas que fruncen el ceño (y aprietan el cuajo y el huacal)

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¿En qué momento nos volvimos tan puritanos?

Veo los escándalos más recientes y confirmo que Twitter es una cantina ruidosa y moralista.

Vea el hipócrita lector:

Está de moda horrorizarse porque Andy se fue a Japón y se gastó 7 mil 500 pesos diarios en un hotel de medio pelo en Tokio, donde la noche cuesta en promedio el equivalente de 20 mil pesos.

Los levantacejas fruncen además el ceño y aprietan el cuajo y el huacal.

Están indignados.

(Ellos, que en el pasado prianista viajaron a costillas del gobierno —con esposa o amante— en aviones privados).

El hecho de que el papá de Andy sea el expresidente López Obrador, los indigna más.

Creen que Andy no merece viajar a Japón.

Su destino revolucionario debería ser, según sus cánones, Chapala o Xochimilco.

Ciro Gómez Leyva levanta la ceja derecha para lamentar dos cosas: el viaje de Andy y la carta que éste escribió para puntualizar los montos gastados.

Cuidado: si Ciro Gómez Leyva —gran defensor y amigo de Genaro García Luna— levanta la ceja, es señal de que las cosas están mal.

Y peor si engruesa la voz.

Y peor si frunce el ceño.

Su mal humor —quiere hacernos creer— es una metáfora airada del mal humor social.

López Dóriga es otro caso.

Pasó de ser periodista a censor social.

Conozco a algunos pillos que para descalificar a los políticos que detestan los llaman “pillos”.

(Es como verse en el espejo).

Felipe González inauguró en España la época del socialismo de guante blanco.

Y empezó a despachar en su oficina de La Moncloa de traje y corbata.

Los puristas se ofendieron.

Lo querían ver vestido de ferrocarrilero, como debía lucir un verdadero socialista.

Esto ocurrió en 1982.

Hace 43 años.

Seguimos estacionados mentalmente en esa época.

Según los cánones de la cantina de Twitter, nadie tendrá derecho a lo superfluo mientras alguien carezca de lo estricto.

Y eso significa:

Cero relojes, cero viajes, cero zapatos italianos.

Lo peor es que esta moralina no nos deja ver el bosque entero.

Ahí es donde pasan las cosas, no en el árbol.

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