El gobernador Alejandro Armenta Mier afirmó que su administración no se opondrá a la construcción de un sistema de metro en la capital poblana, siempre y cuando la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) cuente con los estudios técnicos y el capital necesario para su ejecución.
En entrevista, el mandatario explicó que la propuesta del organismo empresarial contempla una línea que conectaría la zona sur con el norte de la ciudad. Sin embargo, dejó en claro que el gobierno estatal no destinará recursos públicos para este proyecto, pues las inversiones actuales se concentran en el Cablebús, obras carreteras y ciclovías.
“No nos negamos a ninguna inversión ni a ningún proyecto, le pediría a la CMIC que se acerque con el secretario de Infraestructura o el coordinador de Gabinete, para que hagan una primera reunión de trabajo, yo estoy plenamente dispuesto si ellos cuentan con recursos o algún plan. Nosotros no nos negamos, pero vamos a invertir en cablebús, proyectos de mejoramiento de carreteras, ciclovías, maquinaria”, sentenció.
Armenta pidió a los empresarios interesados acercarse a la Secretaría de Infraestructura y al coordinador de Gabinete, José Luis García Parra, para sostener una primera reunión y revisar la viabilidad de la obra.
Cuestionado sobre la posibilidad de que el Estado aporte fondos, el gobernador reiteró que por el momento el presupuesto está comprometido en proyectos prioritarios de su administración, aunque insistió en que está dispuesto a respaldar la iniciativa en términos de permisos y facilidades administrativas.
La propuesta para construir un metro en Puebla por parte de la CMIC plantea una inversión aproximada de 50 millones de dólares para una línea a nivel de piso, mientras que el desarrollo del proyecto ejecutivo requeriría entre 500 mil y 1 millón de dólares.
De acuerdo con los impulsores, el plan cuenta con el respaldo de despachos especializados en diseño, operación y mantenimiento ferroviario, así como con la participación de empresas locales que aportarían personal técnico calificado.
El argumento central para desarrollarlo en Puebla es que la ciudad presenta condiciones de trazo y demanda de movilidad que podrían hacer viable la obra, además de que sería un proyecto financiado con capital privado, lo que evitaría un gasto directo para el gobierno estatal.