Miguel Barbosa Huerta escuchó la pregunta sin inmutarse. Una mira felina apareció arriba del cubrebocas.
Escuchó que había indicios de que el Ayuntamiento de Puebla, encabezado por el panista Eduardo Rivera Pérez, financiaba a un sujeto que dice llamarse Carlos Torres Flores y, a través de su portal realidad7.com, fue el responsable de difundir la información falsa sobre la estatua que erigió el Cabildo de Zinacatepec.
No perdió la compostura. El gobernador de Puebla simplemente soltó el primer trallazo: “Yo no conozco al señor ese que mencionas. Parece que desarrolla su trabajo desde redes, siempre ha estado del lado de los conservadores, del lado de la era de la corrupción. Fue promotor de los personajes políticos del pasado que ya se fueron y que nunca van a volver. Ahí está su labor, de eso come”.
Y remató: “Si el Ayuntamiento lo contrató es porque muchos, no todos, no hablo de Eduardo Rivera, vienen del pasado, estuvieron en el pasado. Ellos quisieran que se reinstalara la época de la persecución, de los espionajes, de las guerras sucias”.
Luego soltó una aseveración que sonó a sentencia: “Lo que el viento a Juárez, ¿de acuerdo?, ¿qué no nos ven? Lo que el viento a Juárez, nada nos hace”.
Bastó con eso para hacer pequeños los ataques del excolaborador morenogalista. Y es que Barbosa Huerta más que responder a provocaciones y buscar protagonismo con enfrentamientos, se enfoca a trabajar, prueba de ello es que pidió la retirada de esa polémica escultura en el municipio que lo vio nacer.
Carlos Torres figura como un perfil desconocido dentro del ámbito mediático y su portal fue renovado el 8 de noviembre de 2021, pero sorpresivamente tres días después obtuvo un contrato por 100 mil pesos de parte del Ayuntamiento de Puebla, para la difusión de las
actividades gubernamentales.
El 3 de diciembre, cuando todavía gozaba de los beneficios del contrato de la Comuna, Torres Flores publicó una columna en la que ensalzaba la labor del presidente municipal Eduardo Rivera y lo defendía una fotografía que circulaba en la que aparecía a punto
de abordar su lujosa camioneta y a sus pies yacía una mujer que le pedía limosna.
