Este miércoles, las autoridades estadounidenses trasladaron nuevamente a Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón” e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a la cárcel del Distrito Norte de Illinois en Chicago, en preparación para la audiencia programada el viernes 11 de julio, donde se formalizará su declaración de culpabilidad ante la jueza Sharon Johnson Coleman.
Ovidio se encuentra detenido en esa instalación desde su extradición en septiembre de 2023. Inicialmente encarcelado allí, fue recluido en un centro federal de máxima seguridad. Ahora, el traslado marca el cierre de la fase preparatoria del proceso por sus acuerdos con fiscales estadounidenses.
Su audiencia, originalmente prevista para el miércoles 9 de julio, fue reprogramada al viernes 11 de julio a las 11 h, para oficializar su cambio de declaración tras renunciar al derecho a juicio, conforme al acuerdo alcanzado con la fiscalía.
El acuerdo implica que la Fiscalía de Nueva York retiró los cargos presentados en esa instancia, unificando así el caso en Chicago —donde enfrenta cinco cargos: tráfico de drogas, lavado de dinero, empresa criminal continua, conspiración y posesión de armas.
Se espera que Ovidio reciba beneficios legales a cambio de su colaboración, incluyendo posible reducción de pena, protección para su familia —pues 17 personas cercanas han ingresado a EE. UU.— y la condición de testigo protegido, lo cual representa un golpe significativo contra los “Chapitos” y el liderazgo del Cártel de Sinaloa.
Mientras tanto, su hermano Joaquín Guzmán López sigue bajo detención en una ubicación secreta y también ha sido vinculado a procesos judiciales en Estados Unidos, aunque aún no ha formalizado un acuerdo similar.
Con esta reubicación carcelaria y la reprogramación de la audiencia, el caso de Ovidio Guzmán avanza hacia una etapa decisiva que podría develar nuevas redes delictivas del Cártel de Sinaloa y yacencias hasta ahora ocultas.
