El gobernador Alejandro Armenta encabezó la entrega de 247 apoyos destinados a obras comunitarias, dirigidas a los distritos locales de Puebla. Durante el acto, aclaró que los recursos no representan una concesión ni una dádiva, sino un ejercicio legítimo de participación ciudadana financiado con dinero del pueblo.
“Las obras comunitarias no se hacen para un partido, se hacen para una comunidad”, aseguró el mandatario estatal.
El esquema forma parte de la estrategia “Seguridad con Bienestar”, que promueve el desarrollo comunitario mediante la participación de diputadas y diputados locales. Armenta destacó que este gobierno no distingue colores partidistas, sino que impulsa el bienestar social desde la organización ciudadana.
“Aquí no hay monarcas, hay servidores”, puntualizó Armenta, al señalar que la obra pública debe ejecutarse desde el territorio, con legitimidad y corresponsabilidad.
Durante el evento, se entregaron cheques a tesoreras comunitarias de distintos distritos, quienes serán responsables de ejecutar obras locales como caminos, rehabilitación de escuelas, espacios deportivos, casas de salud y proyectos productivos.
Participaron diputadas como Angélica Torres García, Carlota Ramos Maceda, Paula Sánchez Juárez, Patricia Jiménez Ramos y Dulce María Lara Carmona, quienes recibieron los recursos en cuentas activas, lo que garantiza transparencia y rendición de cuentas.
El secretario de Gobernación, Samuel Aguilar, elogió el modelo implementado por el gobernador Armenta, al señalar que brinda herramientas reales a legisladores para atender las necesidades de sus distritos sin condicionamientos políticos.
“Hoy podemos acompañar con hechos a quienes más lo requieren, sin importar colores ni ideologías”, señaló Aguilar.
A su vez, Laura Artemisa García Chávez, presidenta del Congreso del Estado, enfatizó que la obra comunitaria representa un nuevo paradigma de gobernanza donde “el pueblo decide y ejecuta”.
La entrega de recursos a través de este programa fortalece la organización social y promueve una administración participativa, donde las tesoreras comunitarias se convierten en protagonistas del desarrollo local.
