A casi medio año de haber vivido una experiencia traumática en una clínica privada de Puebla, la denuncia pública de una madre abrió la puerta para que autoridades estatales intervinieran.
La Secretaría de Salud, a través de la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS), confirmó la suspensión total de actividades de la Clínica de Especialidades Médico Quirúrgicas 2MM6 de Puebla, al detectar múltiples irregularidades que ponían en riesgo la salud de los pacientes.
En un comunicado, la Secretaría de Salud informó que se ejecutó la suspensión de la clínica localizada en la calle 15 Sur número 505, tras una visita de verificación inmediata provocada por las denuncias ciudadanas difundidas en redes sociales.
En esa revisión, inspectores de DPRIS recabaron historiales clínicos, documentos académicos del personal médico y expedientes quirúrgicos desde 2024, lo que les permitió constatar que el establecimiento no cumplía con los requisitos básicos ni la infraestructura mínima para operar legalmente.
La sanción incluyó una suspensión temporal total que se mantendrá hasta que la clínica pueda demostrar que ha subsanado todas las deficiencias señaladas por la autoridad sanitaria.
El caso que detonó esta investigación fue el de Silvia Flores, una mujer que decidió compartir su testimonio tras vivir una cesárea de emergencia en la que hubo omisiones médicas y condiciones precarias de atención que pusieron en riesgo tanto su vida como la de su hijo recién nacido.
Silvia relató que durante todo su embarazo nunca fue atendida personalmente por el médico responsable de su expediente, identificado como Tizcareño W, pues siempre se le canalizaba con personal de apoyo bajo el argumento de que el médico titular solo la atendería en el momento del parto.
Sin embargo, cuando comenzó a presentar preeclampsia y presión arterial elevada, el 21 de enero de este año, fue ingresada para una cesárea urgente, y tuvo que esperar más de dos horas en camilla porque ni el cirujano, ni la pediatra ni el anestesiólogo estaban presentes.
La causa del retraso, según le dijo el propio médico después, fue que había sido víctima de un robo de identidad bancaria ese mismo día.
Pese a las circunstancias, la cirugía se llevó a cabo, pero luego fue dejada a cargo de un médico que no conocía, y su bebé, con dificultades respiratorias, fue atendido de manera errática por una pediatra identificada como Elizabeth Rodríguez.
Durante varios días, el recién nacido no mostró mejoría, a pesar de que les cobraban $2,000 por consulta. Tras una serie de radiografías, se confirmó que el bebé tenía un pulmón colapsado.
Aun así, la clínica pretendía someterlo a un procedimiento quirúrgico sin garantías ni resultados.
Poco después, el niño sufrió una desaturación severa, por debajo del 60%.
La familia decidió entonces trasladarlo de urgencia al área de Cuidados Intensivos del IMSS La Margarita.
Para ese momento, la cuenta que la clínica privada les exigió —sumando cesárea, estudios, hospitalización y atención neonatal— ascendía a más de 100 mil pesos, además de los $30,000 por el parto.
A raíz de este caso, han salido a la luz más denuncias de personas que han sido víctimas de negligencia por parte de la clínica y el médico, por lo que las autoridades se encuentran investigando los pormenores.
