En una nueva escalada del conflicto entre Israel e Irán, el gobierno israelí lanzó un ataque aéreo contra el reactor nuclear de Arak, también conocido como Khondab, ubicado en el centro de Irán.
El hecho fue confirmado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA), que señaló que la instalación fue impactada, pero que no representa un riesgo radiológico inmediato.
La IAEA confirma que el reactor estaba inactivo
De acuerdo con la IAEA, el reactor de Arak se encontraba fuera de operación y sin material nuclear activo en su interior al momento del ataque. La agencia recordó que la instalación fue parcialmente desmantelada y rellenada con concreto como parte del acuerdo nuclear firmado por Irán en 2015.
Además, la agencia indicó que no se registraron fugas, emisiones ni afectaciones a la población civil cercana.
Israel justifica el ataque como medida preventiva
El gobierno de Israel declaró que el ataque fue una acción preventiva para impedir que Irán recupere capacidades nucleares con fines militares. El reactor de Arak tenía la capacidad de producir plutonio, un material clave para la fabricación de armas nucleares, antes de su desmantelamiento.
Fuentes internacionales informaron que, además del reactor, una planta de producción de agua pesada adyacentetambién resultó afectada, aunque el nivel de daño aún se evalúa.
Irán condena la ofensiva y amenaza con represalias
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, condenó el ataque y lo calificó como una “agresión directa contra la soberanía iraní”, advirtiendo que la respuesta será “contundente y proporcional”.
Por su parte, el líder supremo Alí Jamenei advirtió:
“Si Estados Unidos o Israel continúan con estas provocaciones, las consecuencias serán irreparables.”
La escalada militar ya deja cientos de víctimas
Este ataque se produce en medio de una tensión creciente entre Israel e Irán. En los últimos días, Irán ha lanzado cientos de misiles contra ciudades israelíes como Tel Aviv y Be’er Sheva, mientras que Israel ha intensificado su campaña aérea, golpeando infraestructura crítica iraní, incluyendo instalaciones militares, energéticas y nucleares.
Hasta ahora, se reportan al menos 224 muertos en Irán y 24 en Israel, según cifras oficiales de ambos gobiernos.
La comunidad internacional y la IAEA piden desescalada
La IAEA hizo un llamado urgente a la desescalada del conflicto, subrayando que sus inspectores continúan monitoreando las instalaciones nucleares de Irán para garantizar que no exista una amenaza mayor.
“Aunque el sitio de Arak fue alcanzado, no contenía material nuclear activo, por lo que no se trata de una emergencia nuclear”, señaló el organismo.
Expertos en seguridad internacional alertan que los ataques a infraestructura nuclear, incluso inactiva, pueden desencadenar consecuencias imprevisibles, especialmente si no se logra contener la escalada militar actual.
El ataque israelí al reactor de Arak marca un nuevo punto crítico en el conflicto entre ambas naciones, con riesgos crecientes para la estabilidad regional y la seguridad nuclear global. La situación exige una respuesta diplomática inmediata para evitar una guerra de mayor escala.
