Durante la noche del 17 de junio de 2025, Rusia ejecutó un ataque aéreo masivo contra Kiev, la capital de Ucrania, dejando al menos 15 personas muertas y 117 heridas, según informaron las autoridades ucranianas.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, calificó el ataque como “uno de los más mortales” contra la ciudad en casi un año. Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano estadounidense.
El ataque incluyó el uso de más de 440 drones y 32 misiles, entre ellos misiles balísticos y de crucero, lanzados principalmente contra Kiev, Odesa y Mykolaiv. Uno de los distritos más afectados fue Solomianskiy, donde un edificio residencial colapsó totalmente.
Se reportaron graves daños en infraestructura energética, escuelas y viviendas, así como cortes de energía en varias zonas de Kiev y otras regiones del país.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, describió la ofensiva como “uno de los ataques más horribles” desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Equipos de emergencia continúan las labores de rescate de sobrevivientes entre los escombros.
La comunidad internacional condenó enérgicamente el ataque. Líderes de la Unión Europea, EE. UU. y la OTAN exigieron una respuesta inmediata ante esta escalada de violencia por parte del Kremlin.
Las autoridades ucranianas han solicitado el refuerzo de defensas aéreas y un mayor apoyo militar frente a los ataques rusos a gran escala.
