El exasesor de la Casa Blanca y cercano a Donald Trump, Steve Bannon, pidió este jueves una investigación inmediata del estatus migratorio de Elon Musk, alegando que es un “inmigrante ilegal” y debe ser deportado “de inmediato”. En una entrevista citada por The New York Times, Bannon afirmó:
“Creo firmemente que es un inmigrante ilegal, y debería ser deportado del país inmediatamente”.
Además, Bannon sugirió suspender la autorización de seguridad de Musk, iniciar una investigación sobre su presunto consumo de drogas —incluida ketamina— y revocar contratos gubernamentales con empresas como Tesla y SpaceX; también propuso el posible “secuestro” de esta última bajo la Ley de Producción para la Defensa.
Este ataque se da en el contexto de la agria disputa pública entre Musk y Trump, luego de que Musk criticara un proyecto de ley republicano como “una abominación repugnante” y Trump respondió amenazando retirar subsidios y contratos federales. Musk, por su parte, acusó a Trump de estar vinculado a los archivos de Jeffrey Epstein.
Por su parte, Musk, ciudadano estadounidense desde 2002, respondió con silencio oficial ante estos señalamientos. Sus defensores sostienen que tiene documentación migratoria vigente y que sus compañías son estratégicas para EE.UU., por lo que la petición de deportarlo fue calificada como “injustificada” y políticamente motivada.
Este episodio intensifica aún más la confrontación entre dos figuras emblemáticas de la tecnología y la política. También reaviva dudas sobre si estas acusaciones tienen verdadera base legal o buscan deslegitimar políticamente a Musk.