En un gesto de desescalada comercial, Estados Unidos y China acordaron suspender recíprocamente los aranceles impuestos en los últimos meses. La tregua, anunciada este lunes, tendrá una duración de 90 días a partir del 14 de mayo, y busca abrir un espacio de diálogo constructivo para resolver disputas comerciales.
El acuerdo fue alcanzado tras negociaciones sostenidas en Ginebra, y fue formalizado en un comunicado conjunto divulgado simultáneamente por ambas capitales. Según el documento, la suspensión de aranceles permitirá avanzar en temas clave como comercio bilateral, propiedad intelectual, transferencia tecnológica y acceso a mercados.
Funcionarios de ambas delegaciones coincidieron en que esta medida representa un esfuerzo por evitar mayores daños a la economía global y estabilizar los mercados internacionales, que habían resentido los efectos de la guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.
Durante el periodo de suspensión, EE.UU. y China mantendrán reuniones técnicas semanales y conformarán un grupo de trabajo conjunto para evaluar el impacto de los aranceles previos en sectores clave como manufactura, tecnología y agricultura.
La iniciativa fue bien recibida por organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que instaron a ambos países a seguir por la vía del diálogo multilateral y la cooperación.
Aunque aún no hay un acuerdo definitivo, esta tregua representa el mayor avance diplomático reciente en medio de tensiones comerciales prolongadas que han afectado cadenas de suministro y generado incertidumbre económica global.
