La elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como el nuevo pontífice Papa León XIV ha desatado una ola de felicitaciones por parte de líderes políticos y religiosos de todo el mundo. La noticia ha sido recibida como un hito histórico, al tratarse del primer Papa nacido en Estados Unidos y con ciudadanía peruana.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, celebró el nombramiento como “un gran honor para Estados Unidos” y manifestó su interés en reunirse con el nuevo Papa. Desde el Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer calificó el momento como uno de “profunda alegría para los católicos del mundo”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, envió un mensaje de fraternidad a León XIV y a la comunidad católica global. En la misma línea, el canciller alemán, Friedrich Merz, dijo que el Papa será fuente de “esperanza y orientación” en tiempos difíciles.
Desde España, Pedro Sánchez expresó su deseo de que el pontificado fortalezca el diálogo y los derechos humanos, mientras que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, elogió los valores pacifistas del nuevo líder religioso.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, destacó la conexión del Papa con las comunidades migrantes, y el mandatario israelí, Isaac Herzog, deseó fortalecer los lazos entre el Vaticano e Israel.
En África, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa resaltó el compromiso del Papa con la paz global, como reflejo del legado del Papa Francisco. Por su parte, el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, llamó a los fieles a orar por el nuevo pontífice, describiéndolo como “un signo de esperanza para la Iglesia universal”.
Finalmente, el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su deseo de continuar la cooperación con la Santa Sede en temas como paz, justicia social y derechos humanos.
Con estas reacciones globales, el pontificado de León XIV inicia con altas expectativas internacionales y un fuerte respaldo simbólico al liderazgo espiritual y social que representa.
